Esta semana ha comenzado el nuevo curso académico en el conservatorio oficial de música Tomás Bote Lavado de Almendralejo y lo hace tratando de adaptarse a la nueva normalidad, aunque los alumnos de este curso, de inicio, deberán seguir las mismas medidas higiénico-sanitarias con las que se terminó el pasado año relativas a la pandemia. La directiva del centro está programando multitud de actividades para este curso, aunque hay una preocupación que sobresale del resto: las posibles filtraciones de agua en caso de lluvias. 

Históricamente, el conservatorio de música ha arrastrado un problema de filtraciones de agua provenientes de la cubierta. Después de años de reivindicaciones, algunas de ellas muy sonadas con concentraciones a las puertas del propio centro musical, la consejería de Educación licitó la obra para el arreglo integral de la cubierta del edificio y acabar con las goteras que impedían dar clases con normalidad en muchas de las aulas. La obra terminó antes del inicio del curso del pasado año, pero no ha resultado del todo efectiva, pues tanto en el pasado otoño como en la pasada primavera se han repetido algunas filtraciones de agua que no habían sellado bien, según ha explicado Lorenzo Alcántara, director del centro musical a este periódico. «Estamos a la espera de ver qué sucede cuando lleguen lluvias más cuantiosas. El curso anterior cuando hubo lluvias intensas sí se produjeron filtraciones. La empresa que hizo la obra envió rápidamente a operarios para solventarlas. Normalmente, viene un técnico de manera periódica a preguntar si se han producido más filtraciones, pero es que realmente no ha llovido en exceso. De momento, hasta que no lleguen lluvias más fuertes, no podemos evaluar realmente qué pasará», señala. Esta obra fue ejecutada con un presupuesto de más de cien mil euros y se hizo tras varios años de peticiones por la comunidad educativa.

Curso académico

El curso en el conservatorio de música se inició este lunes con un concierto de orientación instrumental en el teatro Carolina Coronado para alumnos de nuevo ingreso. Permite que los nuevos alumnos se familiaricen con los instrumentos que han elegido y, en caso de gustarles otro, puedan cambiarse de clase a tiempo.

Este año, el centro musical ha ofertado 60 plazas de nuevo ingreso. Durante las próximas semanas podrá decidir en qué especialidades hay un número determinado de vacantes. Según explica Lorenzo Alcántara, las primeras previsiones apuntan a que el conservatorio podría tener algo más de 370 alumnos matriculados, un número similar al de los últimos años.

Las medidas continúan siendo restrictivas, por ejemplo, para los grupos de viento que interpretan sin mascarillas. Los alumnos deben seguir un distanciamiento de dos metros y no se permiten clases de más de cuatro personas (tres alumnos y el profesor). Además, se precisan mamparas en algunas clases y la utilización de empapaderas para la salivación. Otra particularidad es la necesidad de medir constantemente el CO2 del interior de las aulas para una correcta y obligatoria ventilación óptima.

Con respecto a los próximos proyectos, uno de los prioritarios es seguir cuidando el plan Oscam, es decir, el proyecto integrado por los conservatorios de Almendralejo y Mérida para programar diferentes actuaciones entre sus alumnos.