Ser gamer en estos tiempos es una profesión que, si eres bueno, puede estar muy bien remunerada. Vivir de los videojuegos de manera profesional y dedicarse a ello en exclusiva es algo casi inexplicable para las generaciones más antiguas. Para las nuevas, es una normalidad. José Llosa, un joven almendralejense de 20 años, tuvo que explicarle a su familia que iba a intentar vivir de los videojuegos. Y que, a partir de ese momento, su nombre sería Uxako. Y así ocurre desde año y medio, habiéndose ganado un hueco en el panorama internacional de Apex Legends, el juego en el que está especializado.

Uxako vive de este juego competitivo de armas que se juega en equipos de tres y en el que gana el equipo que consigue mantenerse en pie en la batalla. Es un juego internacional menos conocido que los populares como el LOL o el Fortnite, pero con torneos internacionales que llegan a repartir un millón de dólares en premios.

Por poner un ejemplo, el equipo de Uxako acaba de participar en un torneo en Portugal con el que han quedado segundos clasificados, obteniendo una ganancia de 13.000 dólares para el equipo. Ahora, su reto es estar en un torneo internacional de enero que otorgará al equipo ganador la friolera de 250.000 dólares. Estarán los diez mejores equipos del mundo del Apex Legends.

Pero ser gamer no es sólo jugar a la viodeconsola. “Hay que pasarse muchas horas entrenando y mantener un número de directos y de horas en Twich”. Por lo genera, Uxako puede hacer una media diaria de entre seis y ocho horas de directo, que sumando a otros entrenamientos puede hacer diez horas de trabajo. Porque realmente es una profesión. Pertenece a un equipo internacional de gamers llamado K1CK del que tiene un sueldo en variable por objetivos. Y, además, cuenta con 7.100 seguidores en la red social Twich y unos 300 suscriptores que pagan por ver sus directos. De ahí también obtiene ganancias.

¿Y se vive del juego? “Al principio es difícil porque tienes que hacer un nombre. Al irrumpir la pandemia, decidí probar un año. Y me ha ido bien. Si tienes la habilidad y sacas buenos resultados, se puede vivir muy bien de esta profesión”.

Victoria da Silva es su pareja. Reconoce que Uxako le dedica muchas horas al PC, “pero hay que tender que es su profesión. Ahora soy yo la que me pego también a la pantalla para ver sus directos”.

Uxako quiso probar su oportunidad. “Me di un año y si no salía bien volvía a estudiar. Pero es lo que quería hacer y sé que lo hago bien. Por lo que disfruto y trabajo”.