Despacio, pero adelante. Así avanza el proyecto de regadío de Tierra de Barros que está destinado a cambiar y revolucionar la actividad agraria en Almendralejo y sus alrededores. Esta semana se ha producido un nuevo avance en firme tras conocerse que la Confederación Hidrográfica del Guadiana ha otorgado la concesión de aguas superficiales a la Comunidad de Regantes de Barros con destino al riego de 15.170,97 hectáreas de cultivos pertenecientes a las localidades implicadas. Esta concesión consiste en el aprovechamiento de un caudal máximo de 3.700 litros por segundo (l/s), sin que pueda sobrepasarse un volumen máximo anual de 36,63 hm3 del embalse de Alange y de un caudal máximo instantáneo de 1.200 l/s, sin que pueda sobrepasarse un volumen máximo anual de 6,75 hm3 del embalse de Villalba, sin superar en conjunto entre ambos un volumen máximo anual total de 43,38 hm3/año.

La noticia ha tenido una gran acogida dentro de la comunidad de regantes porque era uno de los pasos más esperados. De hecho, para muchos agricultores más escépticos era casi una irrealidad que se pudiera otorgar tanta agua a tantas parcelas de regadío. «Es una gran noticia y se une a la que tuvimos con la declaración de impacto medioambiental. Hay que valorar los pasos que se están dando en los últimos meses» dice Isidro Hurtado, presidente de la comunidad de regantes.