Almendralejo está dispuesta a crecer y, por fin, a darle vida a una de las zonas más degradadas históricamente de la ciudad como es la conocida como el Pío XII, ese triángulo de terreno que hay entre la carretera de Badajoz, la avenida de A Rúa y la calle Alberca. En los últimos días, ese primer paso se está produciendo con la demolición del edificio Fábrica de la Luz, cuya fachada da para la carretera de Badajoz y que es un paso necesario para poder llevar a cabo la urbanización de la manzana que corresponde a la unidad de ejecución número 82. Una agrupación de interés urbanístico, apoyada por un grupo de empresarios, ha sido la primera en dar el paso para urbanizar esta manzana que es la más próxima a la gasolinera San Marcos. Los trámites se iniciaron en 2020 y se dotará de parcelas con todos los servicios, acerados y suministros. Esta parcela da para la carretera de Badajoz por un lado y para la calle San Judas por otro, haciendo esquina con la gasolinera.

Estos terrenos corresponden a suelos urbanos no consolidados y están pendientes de desarrollo por unidades de ejecución. Sería el primer desarrollo y, en principio, para suelo residencial. Este primer paso tiene el visto bueno de muchos estamentos de la ciudad que anhelan ver desarrollada una zona que ha provocado mucha vergüenza por el estado deprimente en el que se encuentra y por estar tan cerca de lugares de interés como el centro, la plaza de Extremadura o el estadio Francisco de la Hera.

Esta será la primera manzana a desarrollar, aunque la idea es que se sigan desarrollando más en el futuro, incluida la explanada central del Pío XII que es suelo que corresponde al Ayuntamiento de Almendralejo.

Fábrica de la Luz

Este primer paso ha generado cierta polémica por el derribo del edificio de la Fábrica de la Luz, que data de los años 80 del siglo XIX y que estaba incluido en el catálogo de bienes inmuebles protegidos en el nuevo Plan General Municipal. De hecho, la Asociación Almendralejo Ciudadanía y Patrimonio ha anunciado que presentará una denuncia ante la dirección general de Patrimonio de la Junta de Extremadura por el derribo de esta fachada y edificio singular, al considerar que se atenta contra el patrimonio local de la ciudad.

El Ayuntamiento de Almendralejo otorgó recientemente licencia a la empresa encargada del derribo para hacer esta demolición y lo hizo apoyado en la legalidad, pues el plazo contemplado para la aprobación de ese nuevo Plan General Municipal ya pasó y ese catálogo ya no está vigente. Así lo ha explicado el alcalde José María Ramírez, que además ha añadido que no es el único edificio que se contemplaba en su momento en ese catálogo y que a posteriori también ha desaparecido.

Ramírez entiende que la idea de desarrollar esta manzana de la zona del Pío XII es “buena” porque significa el pistoletazo de salida para urbanizar una zona degradada. De hecho, el primer edil siempre ha tenido entre sus planes darle vida y urbanizar esta zona “que tiene fundamentalmente un destino residencial. Es bueno que se empiece porque puede tener un efecto dominó para que se sigan haciendo edificaciones. Y, de hecho, ya hay movimientos en otras unidades de ejecución y existen consultas para poder desarrollar estos suelos”, desvela.

Estado ruinoso del interior de la Fábrica de la Luz R.M.

En ruinas

Según ha podido saber este periódico, el antiguo edificio de la Fábrica de la Luz se encontraba en un estado muy deteriorado y en ruinas. De hecho, en muchas de sus zonas de esta parcela de más de 300 metros cuadrados, había riesgo de derrumbe de techumbres. Parte de los suelos se encuentran hundidos y había mucha peligrosidad, incluso para algunas personas que se habían saltado por la zona de la calle San Judas para ocupar el espacio en ocasiones. También había un pozo peligroso.

El edificio fue vendido en su día por la antigua Compañía Sevillana de Electricidad a un propietario. Terminó en manos de un banco y, finalmente, pasó a manos de otro propietario privado. Su demolición se ha realizado acorde a la legalidad, insisten los actuales promotores.