La Confederación Hidrográfica del Guadiana considera que es necesario disminuir las extracciones de la masa de agua subterránea de Tierra de Barros y propone una dotación de 1.500 metros cúbicos por hectáreas para cultivos leñosos y 3.500 metros cúbicos por hectárea para cultivos herbáceos, según ha informado la propia Confederación. Se refiere, especialmente, al uso del agua de pozos subterráneos que son muy comunes y existen muchos en Almendralejo y toda la zona de la comarca de Tierra de Barros. 

Confederación también ha informado de la reducción de las dotaciones de agua para abastecimiento y usos domésticos, industriales y ganaderos en un diez por ciento a partir de ahora.

La Junta de Explotación de la masa de agua subterránea Tierra de Barros ha acordado elevar a junta de gobierno de Confederación Hidrográfica del Guadiana esta propuesta. Esta semana ha tenido lugar una reunión en la que Confederación ha expuesto los resultados de seguimiento de la evolución piezométrica y del estado químico de la masa de agua subterránea, y ha puesto de manifiesto que, a pesar de que durante el último año las lluvias han estado por encima de la media de otros años, «no ha sido suficiente para revertir la tendencia piezométrica descendente general de la masa», habiendo cada vez menos agua subterránea en estos pozos. «Por tanto, se está alejando el objetivo de alcanzar el buen estado cuantitativo que se persigue».

Hay que recordar que la junta de gobierno de Confederación Hidrográfica del Guadiana adoptó en su reunión del 17 de agosto del año 2015 el acuerdo de declarar la masa de agua subterránea Tierra de Barros en riesgo de no alcanzar el buen estado cuantitativo y químico. A inicios de noviembre, en la junta de gobierno celebrada el día 8, se acordó aprobar el programa de actuación de la masa.

En el año 2015, desde Confederación se informó que los derechos al uso de las aguas subterráneas inscritos en la zona de Tierra de Barros se habían incrementado de manera progresiva hasta rozar los 36 hectómetros cúbicos al año, una cifra que era superior a los recursos máximos disponibles que establece el plan hidrológico de la cuenca. Dicho plan puntualiza que el mal estado cuantitativo de la masa de agua subterránea en Tierra de Barros es por superar el valor de 0,8 del indicador de explotación, resultante del cociente de derechos de extracciones entre los recursos disponibles, además de la tendencia al descenso de los mencionados niveles piezométricos.