Pedro Muñoz, jubilado de 70 años, llevaba el único décimo de Lotería de Navidad agraciado en una administración de Almendralejo en este sorteo de 2021. Concretamente, un décimo del número 42833 que compró en el Estanco Gragera hace unas tres semanas y que escondía un cuarto premio de la lotería, es decir, 20.000 euros al décimo. El agraciado celebraba a primera hora de la tarde de este miércoles el premio con cava de Almendralejo a las puertas de la administración que dirige Javier Brito, muy feliz por haber dado ese premio: «Es la primera vez y es algo que no se puede explicar. La pena es que sólo se ha vendido un décimo».

Pedro, que no paraba de hablar por teléfono y recibir felicitaciones, aseguraba estar muy emocionado. «Uno siempre piensa que la lotería de Navidad sólo le toca a los demás, pero mira por dónde este año me ha tocado a mí». 

Sobre el número, confiesa que no fue a buscarlo. «Vine hace 20 días y le dije a Javi que me diera un ‘3’. Me dijo que no tenía, que tendría que sacarlo de máquina. Me daba igual. La gente que me conoce sabe que ese número significa mucho. Es un premio familiar», asegura el agraciado que prefirió reservarse ese significado.

Afortunado

Puede considerarse Pedro Muñoz un tipo con suerte. Es verdad que llevaba tiempo sin rascarla, pero con su décimo en mano y tirando de memoria recordó cuando en 1972 le tocó un primer premio de la ONCE. «Estaba yo en Melilla y me quedaban dos días para licenciarme. No tenía dinero ni para venirme a Almendralejo y, de repente, me tocaron 7.500 pesetas, que por aquellos tiempos era bastante dinero. Un capitalazo» señala riéndose a carcajadas. «Ten en cuenta que yo cobraba al mes 200 pesetas y, de buenas a primeras, me encontré con 7.500».

Jubilado y sin prisas, Pedro ha vivido rodeado de mucho trabajo dedicándose a la pintura industrial. El pellizco le viene muy bien «porque después de una vida trabajando, la verdad es que nos queda una mierda de pensión. Así que esto va a ser muy bienvenido de verdad», sonríe.

La administración del estanco Grajera celebró con el agraciado el premio, una persona afable y conocida. Javier Brito reconoce que este año se ha jugado mucha lotería. «Es uno de los años que más hemos vendido. Es cierto que tenemos una clientela muy fiel, pero quizá este ha sido un año extraordinario».