Cubiertos por una gran jaima de 20 metros cuadrados y al lado de un escenario para espectáculos infantiles, los Reyes Magos hicieron del parque de la Piedad su templo por un día para recibir las miles de cartas que los niños almendralejenses les fueron llevando.

Organizados en tres filas que iban desde la calle Monsalud hasta la Escuela de Música, el evento contó con una gran organización y mucho dinamismo en las actuaciones para entretener a los más pequeños en otro día mágico de Navidad. 

Todos los asistentes portaron la mascarilla de seguridad y los Reyes evitaron el contacto físico con los pequeños, aunque sí posaron para todo tipo de fotografías.