En el colegio Montero de Espinosa no paran de innovar. Desde hace años, son especialistas en promover acciones educativas relacionadas con el medio ambiente y la sostenibilidad y que, al mismo tiempo, fomenten la práctica educativa tanto a docentes como alumnos. Se trata de engancharles, conectarles a las clases y divertirse al mismo tiempo que aprender.

La última gran iniciativa es la creación de un ‘Aula Abierta’ que han instalado en el patio central del recreo, junto a su renovada pista polideportiva y que hace gala de su denominación como ecocentro. Han creado un aula al aire libre dentro de un espacio acordonado, con una superficie de césped artificial y provista de todo tipo de materiales escolares como pupitres, sillas, pizarras y material de sonido.

Esta semana se ha inaugurado esta aula que puede ser utilizada por todos los grupos del colegio. Cada profesor puede reservar en un cuadrante la opción de utilizarla en un momento de la semana para impartir cualquier asignatura. Los alumnos, hasta un máximo de 25, se dirigen al patio y en forma de círculo se sientan para poder tener una clase en un lugar abierto.

Explica Toni Franganillo, una de las profesoras del colegio, que la idea surgió con motivo de la pandemia y las particularidades que han tenido en el colegio de tener que dar clases en lugares con ventanas y puertas abiertas. “Surgieron muchos grupos burbujas, alumnos con mascarillas y muchas particularidades que nos hicieron plantearnos nuevas cosas. Tenemos la suerte de tener un colegio con espacios increíbles y con esfuerzo de todos hemos podido proporcionarle todo tipo de materiales”. En este sentido, han agradecido a empresas y particulares que han ayudado a crear esta aula especial.

El claustro de profesores ha querido también darle un agradecimiento especial al director Juan Luis Ortiz. “Está siempre predispuesto a poner en pie todas aquellas ideas e iniciativas que le pedimos. Se implica, las diseña y las hace realidad”.

El director asegura que está encantado con este espacio diferenciador que pone al colegio Montero de Espinosa de nuevo en un centro referente de los ecocentros. Los profesores pueden ayudarse de un sistema inalámbrico de sonido para poder impartir la clase y que los alumnos puedan escucharla con nitidez en aire libre.

En el espacio luce una bonita bola del mundo que se ilumina por las noches y que le da un toque especial a esta zona del colegio.

Asimismo, en el patio de recreo más pequeño, se han derribado los muros que separaban los ciclos de infantil y primaria y ahora los más pequeños del colegio también pueden salir a aprender nuevas cosas con los mayores. “De unas paredes sin vida que no decían nada hemos creado una casita de lectura para que todos puedan disfrutar y uno espacio para compartir enseñanzas”, dice la profesora Sonia.