Las últimas fiestas de la Piedad y Feria de la Vendimia quedarán ene l recuerdo por ser una de las que más ambiente reunió de las últimas décadas. El calendario brindaba la oportunidad de coger un puente de vacaciones, pero una gran mayoría de almendralejenses optó por quedarse en la feria y revivir lo que llevaba más de dos años sin poder hacer por la pandemia.

También por caprichos del calendario, ha sido una de las ferias más largas. Durante cinco días, el recinto ferial ha estado repleto de gente con gran afluencia en las casetas de asociaciones, mucho movimiento en las atracciones infantiles y muchísima marcha en las tres grandes casetas musicales que aguantaron hasta la mañana cada madrugada.

El ferial durante los fuegos artificiales cedida

Pero sin duda, uno de los momentos emotivos fue el acto central del 14 de agosto que estuvo coloreado de numerosos detalles para la ocasión. Majestuosa fue la entrada de la Virgen de la Piedad de vuelta a su templo a hombros de los casi 90 costaleros que no fallaron a su patrona. Mención aparte para Álvaro Ortiz, que tras más de 50 años coordinando estas procesiones, decide apartarse. Su legado será eterno por siempre.

Marce Pacheco hizo gala de su profesión y regaló un artístico y sentimental pregón a sus vecinos de Almendralejo. La reina Elena Moraño deslumbró en cada acto con sonrisa al viento y una pose siempre agradable y cómplice junto a sus compañeras las damas.

El acto central brindó un homenaje a dos deportistas que por fin se unieron en un escenario cuando tantas veces han unido el nombre de Almendralejo a lo más alto del podio: la karateca Paola García y la gimnasta Irene Martínez. También la escritora Inma Rubiales y la hermandad de la Buena Muerte vieron reconocidas sus trayectorias.

Paola García e Irene Martínez, dos de las homenajeadas en el acto central cedida

Fernando Sánchez irradió felicidad al recibir el reconocimiento a toda una vida de agricultor y que quiso recoger con toda su familia en el escenario.

Más de 300 kilos de gazpacho y 200 kilos de caldereta se consumieron en la inauguración de la Fuente del Vino en el ferial el 15 de agosto con el alcalde José María Ramírez sirviendo a sus vecinos. Una feria que nos deja una conclusión: que las tradiciones gustan en Almendralejo. Aunque pasen los años.