«Olvídate de eso. Me ocupo»

Una pareja de profesionales acudió a un despacho de ingenieros para ver cómo podían construir su propio desguace de vehículos. Conocían el sector, habían trabajado en él y disponían de unos 600.000 euros para poner en marcha su proyecto. Salieron de ese despacho con la idea en marcha, la documentación encargada y, tres meses antes de lo esperado, con el desguace hecho realidad. Invirtieron finalmente 459.000 euros y obtuvieron una subvención de 200.000 euros por la puesta en marcha de la empresa con todas sus instalaciones. Desde luego, ni en sus mejores hipótesis.

Mucha parte de culpa la tuvo Enrique Muñoz, miembro de BNI Desafío Almendralejo, ingeniero y uno de los responsables de MRM Ingenieros, una empresa de ingeniería industrial referente en Extremadura con sede en Almendralejo. Dice el empresario José María Blanco que, «lo que más me gusta de Quique es que, cuando tienes un problema, él siempre te dice: olvídate de eso ya. Me ocupo de todo». Y eso, desde luego, es lo que más valora un cliente.

Eso, y por supuesto, los números, que cuadren. El ejemplo de inicio es una muestra para ilustrar a qué se dedica esta firma que trata de poner en marcha todo tipo de proyectos que precisen de licencias y documentación.

Sobre desguaces, están más que experimentados tras haber instalado ocho en Extremadura, tres en Andalucía, dos en Madrid y uno en San Sebastián, «pero hacemos proyectos de gran calado como una planta termo solar cerca de Olivenza con inversión de más de 200 millones de euros hasta una pequeña tienda de ropa en un local de apenas 12 metros cuadrados».

Muñoz recuerda alto y claro: «todo negocio, por pequeño o grande que sea, requiere una licencia de apertura y actividad». E insiste porque en esta documentación está la seguridad, reglamentación y posibles fuentes de financiación de muchas empresas.

Desde MRM Ingenieros se han especializado con el tiempo en la fabricación y desarrollo de naves industriales, proyectos de energías renovables y también destacan por disponer de todo el protocolo para la organización y seguridad para todo tipo de eventos y espectáculos.

Es probable que su mayor virtud sea la de ser un despacho capaz de resolver problemas para el empresario desde la seriedad y el compromiso. Y eso, en los tiempos vertiginosos en los que vive la actual sociedad, vale mucho. Muchísimo.