Peligrosa sequía de victorias

El fútbol extremeño no reacciona en el grupo V de Segunda Federación y los cinco representantes regionales están por debajo de la mitad de la tabla clasificatoria. De hecho, hay tres equipos en descenso (en cinco plazas) y el Villanovense está en playout, es decir, también en serio peligro. Y lo peor no es eso, sino las sensaciones. 

Las del Cacereño son raras. El conjunto de Julio Cobos ha perdido toda esa regularidad que siempre ha marcado a los equipos del técnico extremeño. Ante el Unión Adarve tiró de corazón para reaccionar, pero volvió a tirar por la borda muchos minutos de fútbol. Los chispazos eléctricos de Dieguito en banda izquierda fueron de lo mejor en el cuadro verde. Eso y Clausí, que siempre suma en positivo. 

Cinco partidos sin ganar son muchos, aunque hay cuatro empates que lo camuflan. Al menos, el Cacereño recuperó gol y eso es un signo de esperanza para el duelo sabatino ante el Guadalajara. 

El que no recupera gol, ni lo encuentra, es el Villanovense, que igualó sin tantos ante el Atlético Paso en su feudo. La vuelta de Javi Sánchez tras su lesión fue la mejor noticia, pero la preocupación está en una notable falta de gol. Sólo dos tantos en los seis primeros partidos es un signo inequívoco de que las cosas no van bien para los de Gus. El entrenador ya ha comentado en rueda de prensa que la cosa va a ser más compleja que en años anteriores. También necesita el Villanovense un chispazo más de alegría en su municipal y ver a más gente en el público para engancharse a un proyecto que está en una parálisis peligrosa. Necesita reaccionar. 

Ese conato de reacción sí lo tuvo el Badajoz, al que se le ve claramente más liberado cuando juega lejos del Nuevo Vivero. En Soria, ante el Numancia, tuvo grandes minutos de lucidez y la confirmación de que Carlos Cintas es el hombre que viene a desatascar los goles blanquinegros.

El empate supo a poco porque el Badajoz se vio prácticamente con el encuentro ganado, pero le falta robustez y consistencia en defensa. Y eso es algo que preocupa para lo que viene. 

El domingo, en el Nuevo Vivero, el Badajoz recibe al Ursaria, un recién ascendido que está dejando buenas sensaciones en este arranque liguero. Es otro examen para David Tenorio, permanentemente cuestionado en su cargo. 

Hay más confianza claramente en Luismi y Emilio Tienza, los técnicos de Llerenense y Montijo, aunque ambos saben que van a sudar tinta china para salvar la categoría, si es que lo consiguen. 

El Llerenense perdió su aura en Segunda Federación en la visita a la ciudad deportiva de Getafe. Encajó pronto y, aunque volvió a generar muchos acercamientos, esta vez no estuvo ni fino ni concentrado en defensa. Luismi sigue lamentando las muchas ocasiones que pierde su equipo a lo largo de un partido. El próximo domingo recibe al Mensajero en Llerena. 

Y deja el puesto de colista el Montijo, gracias a un empate lejos de casa ante el Mensajero en La Palma. Lo hizo en un partido gris de ambos conjuntos que, claramente, van a pelear por la salvación porque andan justos de plantilla. Marcó Darius su segundo gol de la temporada. Sólo él y Runy han marcado para el Montijo.

Ni las sensaciones ni los resultados mejoran para el fútbol extremeño de esta categoría y esto no hace otra cosa más que evidenciar la crisis de elite en la que sigue sumergido el fútbol de Extremadura. 

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