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REALIZADOS EN UNA CAPILLA-ESCUELA DE LAS CASAS AISLADAS EN 1967, QUE SE UTILIZA DESDE HACE AÑOS COMO CUADRA

La única obra en mosaico de Silveira, en Valdebótoa, a punto de perderse

La familia del artista pacense demanda a las instituciones que "salven" estos murales. El conjunto, que mide 18 metros cuadrados, está inventariado por la Consejería de Cultura

La única obra en mosaico de Silveira, en Valdebótoa, a punto de perderse

La única obra en mosaico del escultor y pintor pacense Guillermo Silveira corre riesgo de desaparecer. El conjunto de murales, que mide 18 metros cuadrados y representa a los 12 apóstoles, al Espíritu, al Belén y la adoración de los pastores, fue realizado en 1967 en el pórtico de la capilla- escuela que el Instituto de Colonización construyó en las Casas Aisladas de Valdebótoa.

Esta construcción no llegó a utilizarse y, una vez pasó a propiedad del ayuntamiento, fue cedida a un colono y acabó utilizándose como cuadra y gallinero. La familia de Silveira teme que si no se actúa con urgencia, esta obra se perderá para siempre. Por ello, se ha puesto en contacto con la Consejería de Cultura y el ayuntamiento para pedir que se "rescate" y se ponga en valor.

Técnicos de la Dirección General de Patrimonio han visitado los murales para ver su estado de conservación. De la capilla-escuela apenas quedan las cuatro paredes en pie y las piezas presentan daños por estar al aire libre, pero no hay riesgo de desprendimiento. La obra se ha inventariado y se reconoce su valor pero, según el yerno de Silveira, Fernando Saavedra, se le ha comunicado que no se dispone en estos momentos de fondos para recuperarla, puesto que habría que reconstruir la edificación al completo para garantizar su protección.

Por ello, la familia solicita que se desmonte y se traslade a otro lugar. En este sentido, propone que se ubique en un templo o un museo --de hecho en el de la catedral o el Bellas Artes estarían en disposición de acogerlos--. Los murales están hechos con fragmentos de mármoles de colores, arena, cemento y cantos rodados. A Guillermo Silveira lo ayudó cuando los realizó su discípulo Florentino Rodríguez García, quien según sugiere la familia, podría colaborar en su extracción y posterior montaje para facilitar la labor. También otros de los alumnos del artista pacense que conocen "bien sus técnicas" se ofrecerían.

PARADOJICO Fernando Saavedra consideró "paradójico" que pese a ser una obra inventariada no se tomen medidas para evitar que desaparezca de manera definitiva, por lo que insistirá ante las administraciones local y regional para que se salve el único trabajo en mosaico que realizó Silveira a lo largo de su fructífera y reconocida trayectoria como artista.

De hecho, hace un tiempo la familia inició una recogida de firmas, que ahora retomará para presentarlas junto a su reivindicación al alcalde de Badajoz, Francisco Javier Fragoso, y al presidente del Gobierno de Extremadura, José Antonio Monago.

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