El presidente de la Diputación de Badajoz, Miguel Ángel Gallardo, visitó ayer la nueva rotonda ejecutada por la institución provincial en Valverde de Leganés, la cual tiene como objetivo mejorar un nudo peligroso en la localidad en el que confluían las carreteras a Badajoz (EX310), la que va a La Albuera (BA-006), la circunvalación y el acceso al núcleo urbano.

Gallardo estuvo acompañado en el acto por el alcalde valverdeño, Manuel Borrego. Tanto él como su predecesor en el cargo, Baldomero Jimeno, fueron los precursores e impulsores de esta infraestructura que viene a mejorar la seguridad vial en este cruce de caminos.

En este sentido, el presidente quiso valorar que, aunque el anterior regidor del municipio era muy «constante» en las reivindicaciones para su pueblo, con Borrego la localidad ha recibido «un impulso de modernidad». Este último, además de agradecer la implicación de la diputación y su presidente, señaló que esta obra «es una de las más importantes de los últimos tiempos en Valverde de Leganés», a lo que añadió que esta nueva rotonda «es una infraestructura que ha cambiado la fisonomía externa de Valverde, solucionando un punto negro». Ahora, su municipio «tiene la mejor puerta de entrada».

La actuación ha supuesto una inversión por parte de la diputación de casi un millón de euros. No todo se ha dedicado a la realización de la glorieta, sino que también se han ejecutado acerados que permiten ahora poder acceder de forma peatonal al polígono industrial y al tanatorio, así como conectar con el casco urbano.

Gallardo reconoció que se trataba de un punto peligroso y apuntó que, desde ese mismo momento de la inauguración de la rotonda, «Valverde de Leganés es más seguro y accesible, y eso le hace un pueblo infinitamente mejor».