La localidad pacense de Monesterio conmemora, casi desde siempre, el Día Internacional de los Trabajadores, con las tradicionales tiradas de mojón, últimamente convertidas en campeonato, organizado por la peña mojonera El Chorrito, en colaboración con el ayuntamiento.

 Este año, al igual que ocurriera en 2.020, la situación sanitaria y las medidas restrictivas en cuanto a este tipo de celebraciones, han vuelto a impedir la competición de un deporte autóctono, cuyas tiradas van acompañadas de sabrosas parrilladas de chorizos, pancetas, pestorejos y otros productos derivados del cerdo ibérico, que suelen acompañarse con vino de la tierra, cerveza y refrescos. Las degustaciones son totalmente gratuitas, con lo que este día, centenares de personas se congregan en las pistas de Las Moreras, para seguir el campeonato. 

 Todo el día

 La fiesta lúdico-deportiva se prolonga durante casi todo el día. Una jornada de convivencia, que comienza sobre el mediodía, y se desarrolla hasta bien entrada la tarde. Una actividad muy arraigada en la localidad, revitalizada por esta peña, que se constituyó oficialmente en el año 2.003. Sus objetivos no eran otros, que los de recuperar, mantener, e incrementar el número de aficionados a este deporte único, que se pierde en la memoria de los más mayores, y que desde siempre ha servido como pretexto para llenar de actividad la Semana Santa, la romería, o la llegada de la primavera. También se organizan campeonatos estivales, que se disputa cada 15 de agosto, con la intención de hacer partícipes a tantos emigrantes, ávidos por volver a participar de aquél juego, con el que siempre disfrutaron sus mayores.

Imagen de archivo 1º de mayo de 2.012 Rafa Molina

 Resignación

 Más de un año han estado los integrantes de la peña sin practicar su deporte. Rufino Garrote, presidente de la peña El Chorrito, expone, con resignación, que “lo primero sigue siendo la salud”, y que “ya habrá tiempo para seguir disfrutando del mojón”. Y es que, por sus características, el número de jugadores y el público asistente, “este año vuelve a ser totalmente imposible” realizar esta convocatoria.

 Para “matar el gusanillo”, con el “permiso del ayuntamiento”, manifiesta Rufino, algunos de los integrantes de la peña se juntaron esta semana, para echar una partida. Eso sí, “con un máximo de seis jugadores por equipo, con mascarilla, sin público y sin comida”, nos explica el veterano presidente de esta peña, deseoso, de que “ojala todo esto pase cuanto antes, y ni no este verano, el próximo Primero de Mayo podamos volver a juntarnos para celebrar el Día del Trabajador”.