Las obras de encauzamiento del arroyo de la Nave en Valverde de Leganés se encuentran en su última fase, a punto de concluir. El director general de Planificación e Infraestructuras Hidráulicas, Álvaro Jiménez, las visitó ayer acompañado por el alcalde de la localidad, Manuel Borrego, y el jefe del Servicio de Infraestructuras Hidráulicas de la Junta, Emilio Arévalo.

La Consejería para la Transición Ecológica y Sostenibilidad resuelve y previene, de esta forma, problemas de desbordes del cauce y pequeñas inundaciones localizadas durante episodios de intensa lluvia. En ese sentido, desde la Junta de Extremadura aseguran que el objetivo es mejorar la seguridad en dicho arroyo, así como la zona de urbanización que lo rodea. El detonante tuvo lugar en 1997, cuando Valverde de Leganés sufrió una fuerte riada.

Desde entonces, se han venido realizando diversas actuaciones tanto por parte del Estado como por parte del propio ayuntamiento valverdeño. Estas obras, en concreto, tienen una longitud aproximada de 892 metros lineales con sección rectangular en dos alturas. Cuenta con losa de hormigón armado en la base de dos metros de ancho, con una altura inicial de un metro, y medio más de altura, con un ancho de tres metros.

Cuentan con un presupuesto de 602.792,90 euros y un plazo de ejecución de doce meses. Empezaron el pasado mes de septiembre, por lo que deberían terminar después de verano, aunque la Junta de Extremadura cree que es probable que el final se adelante porque están avanzando a buen ritmo.