La Mancomunidad Integral de Servicios Vegas Bajas ha llevado a cabo la instalación de un sistema emisor de ultrasonidos en el entorno de la toma flotante de la Estación de Tratamiento de Agua Potable (ETAP) de la zona en el embalse de Los Canchales, el cual tiene una superficie de casi 1.000 hectáreas y una capacidad de almacenamiento de 25 hectómetros cúbicos.

El objetivo de cubrir todo el perímetro de captación con una emisión de ultrasonidos bajo el agua, lo que conseguiría que las algas desaparezcan de la superficie al cabo de 60 días, depositándose en el fondo de la presa, donde acabarán degradándose por efecto de las bacterias.

La proliferación del fitoplancton y, particularmente, de cianobacterias en cuerpos de agua destinados a la producción de agua potable, actividades recreativas, riego y otros factores, constituye un problema, por lo que su control es una tarea prioritaria en el manejo de estos ecosistemas.

El sistema se encuentra actualmente en fase de pruebas y evaluación de su efectividad sobre el tratamiento del agua bruta para valorar su comportamiento durante los meses más extremos del año en cuanto a altas temperaturas.

Estos trabajos se hacen especialmente necesarios en la zona, ya que la ETAP que se sitúa a pie de la presa del embalse abastece a las poblaciones de Montijo, Puebla de la Calzada, La Garrovilla, Esparragalejo, Torremayor, Barbaño, Lácara y Valdelacalzada, que suman un total de 35.000 habitantes.

El director general de Planificación e Infraestructuras Hidráulicas de la Junta de Extremadura, Álvaro Jiménez, visitó ayer la instalación y subrayó que «los sistemas de gestión supramunicipales, como las mancomunidades y consorcios, son imprescindibles para garantizar la sostenibilidad técnica y económica de los servicios esenciales en las pequeñas y medianas poblaciones, así como para alargar la vida útil de las instalaciones».