La Guardia Civil de Badajoz detuvo el pasado jueves a los autores de los incendios intencionados ocurridos en dos viviendas del municipio pacense de Talavera la Real después de llevar investigándolos desde mediados del mes de agosto. Uno de ellos tuvo lugar en la casa del jefe de la policía local de esta localidad. Los responsables prendieron fuego a la puerta de acceso al domicilio donde en ese momento se encontraba con su hija menor. No fue necesaria la intervención de los bomberos, ya que pudo sofocarlo por sí mismo.

Dos días después, en otra acción, los agentes tuvieron conocimiento del incendio a la otra vivienda, en cuyo interior se encontraban dos personas. En esta ocasión sí que tuvieron que intervenir los bomberos (concretamente, una dotación de Valdelacalzada), ya que el fuego calcinó el salón de la casa.

Con el desarrollo de la investigación, pruebas y vestigios recogidos en el lugar de los hechos, la Guardia Civil pudo averiguar la identidad de las personas implicadas en la quema de la propiedad del jefe de la policía local: tres vecinos de Badajoz y Talavera la Real con un amplio historial delictivo fueron quienes, supuestamente en venganza, incendiaron su casa. A uno de ellos también se le pudo implicar en el suceso de la otra vivienda, a cuyo inquilino amenazó con prenderle fuego tras mantener una discusión.

Con las pruebas incriminatorias, en la mañana del jueves pasado se localizó y detuvo a dos de los responsables implicados en las acciones delictivas, interviniéndole a uno de ellos tres armas de fuego.

La nota de prensa de la Guardia Civil señala que se les han instruido diligencias al talaverano por su implicación en los delitos de incendio de los dos inmuebles, atentado a agente de la autoridad, amenaza y tenencia ilícita de armas, y al vecino de la capital pacense por incendio y atentado a agente de la autoridad. Diligencias, añade la nota, que, junto con los detenidos, han sido puestas a disposición del Juzgado de Instrucción de Badajoz. Ahora, la Guardia Civil continúa con la búsqueda para tratar de detener a una tercera persona implicada en los hechos.