Vicente Naranjo es un adolescente de 12 años, que cursa 2º de la ESO en el instituto de Monesterio. Además de buen estudiante, es un excelente bailaor y cada tarde acude a la academia de baile de Salva Calderón. Precisamente este martes, cuando se dirigía desde su casa hasta su local de ensayo, encontró una carpeta con la recaudación diaria de la asociación de pensionistas. Lejos de intentar quedarse con los billetes que se transparentaban desde el interior de la cartera, Vicente hizo todo lo posible por devolvérselo a sus propietarios.
En estos días, la directiva de la asociación de pensionistas está realizando el cobro de sus asociados. El año pasado, por la covid-19, la asociación suspendió todas sus actividades incluido el cobro de socios. Ahora, el colectivo prepara diferentes actividades de cara a la Navidad. Entre ellas, la comida de hermandad, para lo cual es necesario que los asociados se encuentren al corriente de pago.
Durante estas semanas, cada mañana, Antonio Donoso, presidente de los pensionistas, y el tesorero, Juan Vasco, acuden a la sede de la asociación para cobrar la cuota anual y repartir el regalo navideño que cada año entregan entre sus socios. Tras este cometido, Donoso acude a la oficina bancaria para depositar el dinero recaudado. Este martes no fue así. El presidente tenía invitados a comer en casa y, con las prisas, no pasó por el banco. Llevaba la carpeta en el bolsillo de la chaqueta y, al bajar del coche, debió caerse al suelo. Una vez finalizado el almuerzo familiar, Antonio buscó la carpeta en su chaqueta, "pero no estaba". Buscó en el coche, en la calle… telefoneó a Matilde, la encargada del bar de la asociación. Allí tampoco había restos de la cartera. Con el desasosiego que produce este tipo de pérdidas, y "más aun, cuando el dinero no es de uno", volvió a la sede de la asociación, buscó en la zona donde tuvo aparcado el coche durante la mañana y, cuando ya daba por perdido el dinero, desde el bar, Matilde le llamó la atención. Entró y evidenció con alegría "que alguien había devuelto la carpeta, con todo el dinero en su interior".
El hallazgo de la carpeta
Vicente iba a baile y llegaba tarde. En su caminar hacia la academia encontró una carpeta de plástico verde, en el suelo. "Lo que más me llamó la atención es que se transparentaba un billete de 50 euros". Al comprobar que en el interior había más dinero, recibos y una cartilla bancaria, el adolescente no dudó en llevárselo y, dadas sus prisas, en lugar de volver a casa, decidió entregárselo a su profesora. Salva verificó que en el interior había documentos que podrían pertenecer a la asociación de pensionistas, con lo que se acercó hasta su sede y entregó la carpeta a Matilde.
Una vez recuperada la cartera con su recaudación completa, desde la asociación telefonearon a los padres de Vicente para agradecerles este gesto. El encuentro del chaval y los directivos de la asociación tuvo lugar la tarde de este miércoles. Vicente, muy expresivo, relató que lo mejor de todo "es la sensación que se te queda en el cuerpo después de hacer algo así", y, sobre todo, dice el chaval, "por tratarse del dinero que pagan los pensionistas para poder disfrutar de sus actividades". Sus padres no pueden estar más orgullosos y para Juan Vasco, tesorero de los pensionistas, este gesto "le honra y le acompañará siempre". Como agradecimiento, además de dar difusión pública a esta acción, los pensionistas le dieron el mismo regalo que están entregando a sus socios por Navidad: bombones y dulces.