Nada mejor para descargar tensiones que la música. Y esto, precisamente, es lo que hicieron un grupo de niñas y niños de Educación Primaria, del colegio El Llano de Monesterio, para recibir al equipo sanitario, que se desplazó hasta su aula, para suministrarles la vacuna que los inmuniza frente a la covid-19.

 Con sus guitarras, este grupo de alumnos, cantó villancicos para descargar las tensiones acumuladas, ante la incertidumbre del pinchazo, que después, nos decían ellos mismos, “no ha sido para tanto”. Y es que, cantar, favorece que nuestro cuerpo y nuestra mente, experimenten una serie de reacciones positivas y sensación de bienestar. Aun así, el alumnado, no pudo esconder los nervios previos a su vacunación, que en el caso concreto de Monesterio, se desarrolló a lo largo de la mañana del lunes, 20 de diciembre.

 Elena Bautista Gómez, de once años, ha sido la primera niña en recibir la vacuna. Ha sido en su clase habitual, acompañada de su maestro y de sus compañeros. “Me ha dolido muy poco, aunque parece que tengo el brazo un poco raro”, explicaba Elena durante su espera, de treinta minutos, en los que detectar alguna posible reacción inmediata. “Es bueno que nos niños nos vacunemos. Así estaremos inmunizados, y aunque cojamos la enfermedad, no será tan fuerte”. “Pensaba que me iba a doler más. Los compañeros nos estaban metiendo un poco de miedo, pero ha dolido mucho menos de lo que esperaba”, revelaba Elena, contenta, tras ser la primera alumna de este centro en ser vacunada.

Elena Bautista, primera niña en vacunarse en Monesterio Rafa Molina

Concienciados

 “Los menores y sus familias están más que concienciados sobre la importancia que tiene vacunarse”, explicaba el director del centro, Antonio Calderón. Las familias fueron informadas a través de la plataforma escolar Rayuela. La semana pasada, el centro recibió las autorizaciones de padres y tutores, y finalmente, “la mayoría de familias han optado por vacunar a sus hijos e hijas”. Tanto es así, que el porcentaje de conformidad alcanza el 97% de los niños y niñas con edades de entre 9, 10 y 11 años, objeto de este proceso de vacunación.

 El proceso de vacunación ha sido rápido. Por aulas, habilitándose una zona restringida oculta con una mampara. El acceso de los padres al centro ha estado restringido, pero aquellos que así lo han considerado conveniente, se han acercado hasta el centro para recoger a sus hijos, ya que desde el colegio se ha dado la oportunidad de que el alumnos vacunado, tras los 30 minutos de espera reglamentarios, pudiera finalizar su jornada escolar anticipadamente.

 En cuanto a la situación covid-19 en el colegio El Llano, la semana ha comenzado con tres aulas confinadas, (dos terceros y un cuarto), y un grupo de seis alumnos de 5º de Primaria.