A través de un edicto de la presidencia de la mancomunidad de Tentudía, se comunica la adopción de diferentes medidas, con el fin de “maximizar” la disponibilidad de agua requerida para “asegurar la salud y la vida de la población”, así como de “minimizar” los efectos negativos sobre “las actividades económicas desarrolladas en la mancomunidad”.

La grave situación de sequía en la que se encuentra el pantano del que se abastecen las localidades que conforman esta asociación de municipios, ha llevado a sus dirigentes políticos a aprobar el Plan de Emergencia por Sequía, así como la declaración institucional de situación de emergencia. En este contexto, y teniendo en cuenta “la disponibilidad de los recursos y la evolución de la demanda”, la entidad supramunicipal ha determinado los distintos escenarios de normalidad, prealerta, alerta y emergencia, siguiendo los criterios del Plan Especial de Sequía de la Confederación Hidrográfica del Guadiana.

Escenarios

Según este documento, --que describe el umbral de emergencia cuando el embalse se encuentra con 1,9 hm3 de su capacidad-- y, teniendo en cuenta que el volumen actual de agua embalsada es de 1,2 hm3, la mancomunidad de Tentudía ha adoptado una serie de medidas con las que “amortiguar los efectos negativos de esta situación de escasez”. Hay que señalar que el volumen máximo del pantano es de 5 hm3, con lo que el nivel de prealerta se sitúa a los 3,95 hm3, (nivel más frecuente dada las escasas dimensiones del embalse); y el umbral de alerta se proyecta a partir de 3,2 hm3.

En el edicto que firma la presidenta, Mercedes Díaz, se declara el pase a la fase de emergencia, poniéndose en marcha una serie de medidas excepcionales. El acuerdo, que ha sido presentado a la empresa concesionaria del agua, “para su constancia y efectos”, declara como “autoridades competentes” para su ejecución, a la propia concesionaria, a la mancomunidad y a los ayuntamientos que la forman. Según el documento aprobado, durante estos días, se está “comunicando oficialmente” el escenario de emergencia a la población, “mediante los medios habituales”. Del mismo modo, se “activa” el Plan de Vigilancia y Control de la Fase II, “poniéndose en marcha” el uso de red de pozos existentes.

Medidas

Una vez transcurrido el periodo de información, “si la situación continúa empeorando”, se pondrá en marcha el siguiente paquete de medidas de la Fase II de Emergencia, que incluye nueve acciones concretas, entre la que destaca la aplicación de un plan sobre tarifas disuasorias de consumo. Este procedimiento se llevará a cabo en colaboración con la empresa gestora, desde donde se definirán claramente “los rangos multiplicadores de aplicación”.

Además, “se suspenderá el suministro a segundas viviendas”, y en el caso de explotaciones agrícolas y ganaderas, “se establecerá una franja horaria por la mañana, añadiéndose otra más por la tarde, en horario aun por determinar”. Se “prohibirá” el riego de jardines y zonas verdes. Del mismo modo, también quedará “prohibido” el llenado, “total o parcial”, de fuentes ornamentales, lagos artificiales y otros elementos de uso estético del agua.

Entre otras exclusiones, el plan también recoge la restricción de limpiar con agua potable calles, alcantarillado, pavimentos y fachadas, (públicas o privadas), excepto si la limpieza es resultado de accidente, incendio, o riesgo sanitario. Además, quedar “prohibido” el llenado de piscinas, municipales y privadas.