Se llamaba Pablo Jesús Martín Vázquez, tenía 43 años y esta madrugada ha perdido la vida tras ser arrollado el pasado domingo por un turismo mientras iba en bicicleta. Pasadas las nueve y media de la mañana, un conductor de 23 años se lo llevó por delante en el kilómetro 48 de la carretera Ex-102, que une Segura de León con Fuente de Cantos, en dirección Montemolín.

Pablo, natural de Fuentes de León, fue trasladado en helicóptero al Hospital Universitario de Badajoz, en cuya UCI ingresó en estado crítico. Según cuenta Francisco de Asís Martínez, el alcalde de esta localidad de apenas 2.300 habitantes, los médicos en seguida informaron a sus seres queridos de que «no había nada que hacer». Finalmente, esta madrugada falleció.

Pablo vivía en su pueblo con su mujer y sus dos hijos, una chica adolescente y un niño que este año hará la comunión. Se dedicaba a la construcción con una empresa propia. Martínez afirma que su familia es «muy conocida y querida» y que, lógicamente, se encuentran muy afectados, al igual que el resto del pueblo: «Estamos bastante mal anímicamente, es un mazazo muy grande», dice mencionado las «terribles» circunstancias que rodean el fallecimiento de Pablo.

De momento no se han decretado días de luto, pero lo están valorando. También están sopesando realizar acciones con los más jóvenes para concienciarlos sobre lo peligroso que es ponerse al volante bajo los efectos del alcohol y las drogas, como supuestamente lo hizo el presunto autor de los hechos. Ya se han hecho varias en el colegio del municipio en colaboración con el ampa y la Policía Local, «pero habría que hacer algo con los más mayores», apunta el alcalde. Por eso, el equipo de gobierno tampoco descarta contactar con el instituto de Segura de León al que van los fonteños.

Tanto él como su compañero de 47 años, que también resultó herido este domingo, aunque de carácter leve, pertenecían a un club ciclista local denominado ‘Los Zorros’. Martínez pudo hablar con este último en la tarde del mismo día del accidente. Se encontraba muy afectado, pero sin ser consciente aún de la gravedad del estado de Pablo. Según el alcalde, el compañero perdió el conocimiento en el momento del impacto y «parece ser que lo que él reconoció, aunque estaba bastante aturdido, fue que el vehículo paró y que, instantes después, el conductor se montó de nuevo y se fue».

La Guardia Civil logró detenerlo poco después en su domicilio. Ayer, abandonó los calabozos e ingresó en prisión tras ordenarlo el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Fregenal de la Sierra. Se enfrenta a varios delitos, entre ellos, uno contra la seguridad vial por conducir bajo los efectos del alcohol y drogas, otro omisión del deber de socorro y, ahora, homicidio imprudente tras haber fallecido una de las dos personas a las que arrolló.