El proceso de renovación de las juntas directivas de las hermandades de Monesterio, sin sustitutos, presumía una Semana Santa sin desfiles procesionales. La parroquia cuenta con tres hermandades: Archicofradía Sacramental y Virgen de los Dolores Nuestro Padre Jesús Nazareno y la Hermandad de la Virgen de Tentudía. Sus juntas son las encargadas de organizar las procesiones que desfilan entre el Martes Santo y el Domingo de Resurrección; pero, la situación de renovación de cargos en las que se encuentran todas ellas, presagiaba un tercer año, (los dos anteriores motivados por la pandemia), sin desfiles.

Un grupo de voluntarias, costaleras de la Semana Santa monesteriense, se han ofrecido a la Parroquia para que algunas de las imágenes más representativas puedan procesionar. Con la intención de que “Monesterio no se quede sin sus procesiones”, Julia Barragán Garrón, costalera, explica que “estamos haciendo todo lo posible para que el Miércoles Santo salgan a la calle los pasos del Señor Cautivo y el Amarrado a la Columna”, históricamente portado por mujeres. Ambas imágenes desfilarán sin banda de música, pues “nos han estado esperando hasta el último momento, pero ya tienen otros compromisos”. Aún así, explica Julia, “contaremos con la colaboración de la bailaora Salva Calderón, que escenificará la danza de una saeta, a la salida del templo”.

Sus compañeros, los costaleros del Señor Cautivo, “están trabajando con el mismo objetivo”, el de hacer desfilar al titular de hermandad la noche del Martes Santo. Además, “si contamos con el apoyo suficiente, también intentaremos sacar en procesión a la Virgen de los Dolores”, la madrugada del Viernes Santo. De ser así, en la Semana Santa de Monesterio únicamente se quedarían sin procesionar el Cristo de la Buena Muerte, el Santo Entierro y las imágenes que encarnan el Encuentro del Resucitado.

Petición de ayuda

El grupo de voluntarias no dispone de recursos económicos para los adornos florales de los pasos. Y es en este punto, en el que Julia Barragán, pide “la colaboración” ciudadana, mediante la aportación de donativos, “en huchas que hemos repartido por diferentes establecimientos públicos de la localidad, o en el propio templo parroquial”. 

“No disponemos de dinero. Ni siquiera podemos poner al cobro los recibos anuales de los hermanos, pues no formamos parte de la hermandad”, sostiene Julia, quien hace un “llamamiento a la población”, para que colabore económicamente con los gastos “imprescindibles” para poder sacar las procesiones a la calle. Las costaleras “ya hemos aportado nuestro donativo”, ahora, esperan que el resto de la sociedad se solidarice y colabore.

Julia Barragán “agradece la colaboración y el apoyo” que están recibiendo desde la Parroquia, “especialmente de su párroco, Miguel Ángel García”, así como de “Sacri y Luisa”, miembros de la anterior directiva de la Archicofradía Sacramental.