Los vecinos de Oliva de la Frontera se convierten en actores cada Semana Santa, en la que el pueblo abandona su condición de localidad extremeña para mutarse en Jerusalén.

La pasión de Cristo de Oliva de la Frontera contempla el enjuiciamiento y la muerte de Jesús. Para ello, 400 vecinos se transforman en actores y figurantes para mostrar a los turistas cómo sufrió Jesucristo durante sus últimos días de vida. Son meses de ensayo y preparación para alcanzar la excelencia durante los tres días de representación (este año también se escenificará la resurrección el Domingo de Resurrección).

Todos los oliveros participan. Unos como actores y otros en la elaboración del guion, en la confección de los atuendos y la preparación y ambientación de calles y plazas de Oliva de la Frontera.

Ningún detalle se deja a la improvisación. La organización cuida al máximo los pormenores analizando cualquier fallo para subsanarlo en la siguiente escenificación. Desde la vestimenta hasta los decorados pasando por el atrezo se someten a un riguroso control para que nada malogre la espectacularidad de la recreación.

Hasta la Agrupación Local de la Pasión Viviente ha elaborado una guía para los visitantes con el fin de que nada perturbe la representación:

  • Apaguen su teléfono móvil o pónganlo en modo avión
  • Acudan a la representación, por lo menos, media hora antes
  •  No se entremezclen con los actores que intervienen en la representación
  • No sobrepasen las vallas ni la zona delimitada. En el Camino al Calvario, súbanse a los acerados y tengan especial cuidado de no sobrepasar la formación romana
  • Respeten a los actores. No tiren de sus túnicas, velos o capas para captar su atención mientras están actuando
  • La organización atenderá cualquier duda y/o sugerencia a través de correo electrónico y, durante los días de representación, en el punto de información

En 2022, tras dos años sin celebrarse por la pandemia de covid-19, los oliveros retoman con su Pasión Viviente con un programa apretado. Comienza el Domingo de Ramos y se prolonga durante el Jueves Santo y el Viernes Santo para concluir el Domingo de Resurrección.