Sin noticias sobre el paradero de la cabeza de la imagen de Nuestra Señora de la Estrella, patrona de Los Santos de Maimona (Badajoz), cuya imagen fue dañada y mutilada el pasado Miércoles Santo. Tampoco se conocen aún los autores de semejante sacrilegio, ni hay investigados, según ha confirmado a este diario la Guardia Civil. El grupo de investigación judicial sigue visionando las imágenes recogidas por las cámaras de vigilancia e identificando a las personas que el día en que ocurrieron los hechos accedieron al interior del recinto.

Pero la ermita -clausurada desde el miércoles para no interferir en la recopilación de datos- no puede seguir cerrada más días y abrirá sus puertas esta tarde para el rezo del rosario, según acaba de explicar el párroco, Leonardo Terrazas. Los fieles están convocados a las 19.00 horas y, si la iglesia se llena, también se podrá seguir por megafonía. El santuario no estará deshabitado, pues la talla dañada ha sido sustituida por un cuadro que la representa, que se pintó en 1986, cuando la Virgen tuvo que faltar de su santuario para ser restaurada "y así el camarín no está vacío", con el Niño a los pies del altar, según comenta el párroco, que considera necesario retomar la actividad, pues el próximo sábado ya hay programada una boda en la ermita y en mayo están previstas las comuniones.

Leonardo Terrazas tampoco sabe nada del resultado de la investigación y aún cree que es pronto para determinar si la imagen será restaurada, una decisión que en todo caso deben tomar la junta de gobierno de la Cofradía de Nuestra Señora de la Estrella y el delegado de Patrimonio de la Archidiócesis. La imagen de la Virgen de la Estrella ya fue restaurada por Juan Manuel Miñarro. El párroco espera que la talla original pueda volver a ocupar su lugar para las fiestas patronales, que se celebran en septiembre.

Leonardo Terrazas aún no se explica qué ha podido pasar y cuál ha sido el interés de los autores, pues solo se han llevado la cabeza de la imagen, con su corona, seguramente porque creerían que es de oro, pero no es así. Hoy ha aparecido uno de los dos pendientes en el interior de la ermita, que tampoco son de valor. Sí se apoderaron de unas 'pepitas' de oro que llevaba incrustadas en sus vestimentas, en el sobrecuello, no así el medallón, por lo que se desconocen cuál ha sido el verdadero interés de tan bárbaro acto de vandalismo.