Organizada desde el ayuntamiento, a través de la Escuela Profesional Aguablanca III, desde su especialidad en Dinamización Recreativa y Deportiva, Monesterio acogió la tercera edición de su carrera de color, la popularmente conocida como ‘The Color Run’, que reunió a más de 600 personas en una actividad muy familiar, de carácter deportivo, diseñada a modo de convivencia en una mañana de diversión y, sobre todo, de solidaridad.
Debido a la ola de calor que estamos atravesando, la organización decidió recortar el trazado urbano, por otro más corto, de 3,2 kilómetros, con salida y meta desde el Pabellón Multiusos. En su interior se instaló una ludoteca infantil, donde los más pequeños disfrutaron de diferentes actividades de ocio deportivo, mientras sus padres disfrutaron de la fiesta con la que se cerró esta multitudinaria jornada de color.
Colores
La verdadera esencia de la actividad se basa en el lanzamiento de polvo de colores en diferentes estaciones. Con su inscripción, los participantes recibieron camiseta blanca, dorsal y bolsas con polvo de distintos colores con los que fueron cubriéndose de capas multicolor, exageradas en distintos puntos del itinerario: Cañuelo, El Llano, Ramón y Cajal y Avenida de Portugal. La carrera estuvo animada musicalmente durante todo el recorrido, y a la llegada, más música con DJ., barra solidaria y el sorteo de 165 regalos donados por otras tantas empresas y asociaciones de Monesterio y otros pueblos de la comarca.
José Pedro Farrona, docente de la Escuela Profesional, “agradeció” la participación, el “esfuerzo y el trabajo” de su alumnado, así como la “colaboración” de instituciones, empresas y colectivos, “muy implicados”, para que la carrera se pudiera desarrollar “sin ningún tipo de incidente”. La organización contó con el apoyo de una dotación sanitaria, a cargo de Cruz Roja y de la Policía Local.
Solidarios
Todo lo recaudado, --algo más de 2.600 euros, a falta de conocer los ingresos de la barra--, están destinados a la asociación, Pequeños Guerreros con ‘V’ de Valientes. Mari Ángeles Granadero y Juan Luis Villalba, miembros de este colectivo y padres de la pequeña Irene, fallecida a causa de leucemia infantil, “agradecieron” la solidaridad de “todo el pueblo”. Lo recaudado “irá destinado a las distintas líneas de investigación médica” en las que actualmente colabora esta asociación. Fundamentalmente, a la denominada, linfoblástica aguda, que fue la que afectó a la pequeña Irere.
“Satisfacción por todas las actividades solidarias que realiza el pueblo de Monesterio a beneficio de nuestra asociación; pero, sobre todo, porque la gente siga recordando a mi hija”, relataba Mari Ángeles Granadero, a la salida de esta actividad, por la que, según manifestó el alcalde, “por sus características”, seguirá formando parte del calendario deportivo-solidario del municipio.
