Monesterio recuperó su fiesta del guarrito. Una de las actividades más participativa del calendario de agosto, que logó reunir a cuarenta y una peñas en un concurso gastronómico en el que el guarrito, frito o en caldereta, es su único protagonista.

 La fiesta, que se vio suspendida durante sus dos últimas ediciones a causa de la pandemia, regresó con fuerza. Este acontecimiento culinario, que reivindica la importancia del cerdo ibérico en la gastronomía de Monesterio volvió a celebrarse a la sombra de la arboleda de la explanada de Las Moreras. Allí se instalaron las carpas bajo las que los participantes cocinaron durante dos horas, al modo tradicional, un guarrito completo, facilitado por la organización.

 El jurado califica de cero a diez, aspectos como elaboración, ingredientes, presencia y sabor. Los participantes sólo pueden presentar platos de guarrito frito o en caldereta. Las dos modalidades típicas de la zona sobre las que gira un concurso culinario muy peculiar, que impregna todo el recinto de olores y sabores muy característicos, pues como se dice, el paladar está en el cerebro y entra por la vista y el olfato.

Una de las peñas durante el proceso de elaboración de guarrito frito Rafa Molina

Premios

 Los participantes disponen de dos horas para presentar su ración. A partir de ese instante, el jurado debe probar, una a una, las porciones facilitadas por cada una de las peñas, sobre las que seleccionar los tres mejores platos. En esta ocasión, el mejor guarrito fue el presentado por la peña ‘Titos Pirry´s’. Como premio, se llevaron trofeo conmemorativo y un Jamón de Monesterio. La segunda y tercera mejor elaboración de guarrito fueron las presentadas por ‘Las Kukas’, (segundo premio) y ‘Jarana’, (tercer premio). Ambas peñas, al igual que la más divertida y original; ‘La tita and company’, fueron merecedores de trofeos y lotes de productos ibéricos.

Integrantes de ‘La tita and company’, peña más animada. Rafa Molina

 La Fiesta del Guarrito, organizada por la Asociación Amigos del Guarrito y el ayuntamiento de la localidad es un lugar de “encuentro y convivencia intergeneracional”, donde se reúnen centenares de personas, que acuden en peñas o grupos con un mínimo de diez integrantes. “Aquí hay guarrito para todos”, expresaban desde la organización, que pone a disposición de los visitantes sin peña una carpa com servicio de bar en la que se sirven raciones de guarrito a precios populares. Tras la entrega de premios, el alcalde de la localidad, Antonio Garrote, expresó su “satisfacción” por la “recuperación de esta actividad, ya convertida en imprescindible”, expresó Garrote.

  Tras el concurso gastronómico, cuyos premios se dieron pasadas las cuatro de la tarde, el recinto se transforma en una gigantesca pista de baile, donde se reúnen quienes participaron de la actividad culinaria y aquellos otros que aprovechan esta celebración para disfrutar de una velada de música ininterrumpida. En esta ocasión, la animación musical corrió a cargo de DR Bellido, Blanco y Negro Aminación, Peseta y DJ Jose, DJ Cano, DJ Nooülim y el grupo de animación Esto es lo que hay.

Punto violeta

 Durante la jornada el recinto cuenta con vigilancia privada, puesto sanitario de Cruz Roja, y este año, por vez primera, con un Punto Violeta. Una iniciativa virtual, a través un código ‘QR’, para saber actuar ante cualquier tipo de violencia machista. Se trata de una iniciativa del Instituto de la Mujer de Extremadura, incluida en el programa regional ‘Fiestas libres de violencias machistas’, que pretende, de forma bastante sencilla, “prevenir violencias, en el caso de que ocurran y saber actuar”.