Monesterio ‘Saber y Sabor’

Gran ambiente y mejor sabor en la XXXI Matanza Didáctica de Monesterio

El rito atrae a centenares de andaluces en una jornada festiva y de convivencia

Una de las escenas de la matanza tradicional del cerdo ibérico celebrada en Monesterio

Una de las escenas de la matanza tradicional del cerdo ibérico celebrada en Monesterio / Rafa Molina

 Monesterio celebró este sábado su XXI Matanza Didáctica. El Pabellón de Cristales acogió otra de las actividades recuperada tras la pandemia, que forma parte de la programación ‘Saber y Sabor’. Una iniciativa con la que el ayuntamiento publicitará y promocionará el municipio a través de diferentes actividades programadas durante todo el año.

 El rito de la matanza tradicional logró reunir a centenas de personas, “cumpliendo con el objetivo” de aunar una “fiesta de convivencia entre monesterienses y visitantes”. La mayoría de quienes eligieron Monesterio para pasar el sábado procedían de Andalucía y fundamentalmente de Sevilla, dado el vínculo existente entre sevillanos y productos ibéricos de Monesterio.

Actividades

  La programación se inició a partir de las 10 de la mañana, con un desayuno típico y, continuó con visitas guidas a los museos del Jamón y Micológico.  Las actividades más participativas se iniciaron a partir de las 13 horas, con el despiece didáctico de un cerdo ibérico, cuyas explicaciones, a cargo de Francisco Javier Aguza, fueron seguidas con mucho interés por parte de los asistentes. Mientras los matarifes (Juan y Ramón) despiezaban limpiamente cada parte del cochino, un grupo de mujeres, socias y directivas de la asociación de pensionistas, limpiaban tripas y machacaban ajos para la posterior muestra del llenado de chorizos.

 Sobre las 14 horas el ayuntamiento sirvió migas y productos propios de la matanza entre todos los asistentes, que prolongaron el mediodía hasta bien entrada la noche, con el acompañamiento musical del grupo flamenco-fusión ‘Magallanes’.

Sabor

 El alcalde, Antonio Garrote, agradeció la colaboración de la empresa cárnica, Victoriano Contreras; de la asociación de pensionistas; del Club Polideportivo Monesterio, --encargados de la barra--; así como de las empresas que colaboraron con la instalación de puestos de productos de artesanía, quesos o bebidas.

 En el tándem ‘Saber y Sabor’, la matanza tradicional “es el auténtico sabor del Monesterio de siempre”, manifestó el alcalde. Una actividad “muy arraigada” directamente ligada con los sectores cárnico, ganadero y de la restauración, “esenciales en nuestra economía”.

 Por su parte, la presidenta de la asociación de pensionistas, Cruz Bayón, destacó la importancia de “mantener viva la tradición de la matanza”.  En su familia, como en tantas otras de la Extremadura rural, “siempre hemos matado un par de cochinos para nuestro consumo”. Heredaron de sus madres y abuelas la fórmula para preparar los exquisitos embutidos que duran todo un año. Pero lo que “ya no sé, es si mis hijas continuarán con esta tradición”, comentaba Cruz. De ahí la importancia de mostrar en directo la elaboración de la chacina casera.

Aliños para un buen chorizo

 Es esencial la excelente materia prima que ofrecen las carnes de cerdos ibéricos alimentados en montanera. Carne magra y grasa en su justa medida, bien picada, que después se amasa en artesa y se embute en la propia tripa del animal.

 Cruz Bayón nos deja las medidas exactas para la elaboración de un buen chorizo: 200 gramos de pimentón, 150 gramos de sal y 50 gramos de ajos machacados, por cada 10 kilos de carne. Es esencial realizar la “prueba” y condimentar hasta obtener el gusto deseado.

 Luego vendrá el proceso de llenado y atado. La maduración mínima para que adquiera su sabor más exquisito no debe exceder de dos meses.