Las tan ansiadas y necesarias lluvias que ayuden a paliar la catastrófica situación hidrológica por la que atraviesa la comarca de Tentudía tardarán en llegar. Si acaso, "un leve alivio" durante el próximo otoño. En el año venidero, "se repetirán" los episodios de extrema sequía y altas temperaturas.
Juan Luis Fernández, el cabañuelo de Tentudía acaba de hacer su pronóstico para 2024. Será un año "gemelo" al actual, explica. Para elaborar el pronóstico del año venidero, Juan Luis se basa en la recopilación de los datos climáticos y ambientales que se producen entre los días 2 al 13 de agosto. Cada día se corresponde con un mes.
"El año viene malo", expresa este bombero conductor del Infoex; también ganadero, entusiasta y estudioso con todo lo relacionado con el medio natural. Enero viene raso, con viento del norte, heladas y algo de lluvia. Febrero será muy similar, con mucho sol y pocas lluvias. La próxima primavera se presenta con "algunas lluvias durante la primera semana del mes de marzo y total ausencia de precipitaciones durante abril y mayo". Lo mismo ocurrirá durante los meses de estío. Junio, julio, agosto y septiembre de 2024 volverá a repetir los actuales episodios de "temperaturas por encima de los 37 grados y la presencia de calimas". No obstante, Fernández augura un mes de agosto menos caluroso que el actual y un septiembre tórrido.
Lluvias
Las lluvias un poco más generosas no llegarán hasta octubre; un mes en el que según sus previsiones los termómetros volverán a subir, con temperaturas de hasta 36 grados. "Tímidamente" también podría llover durante los meses de noviembre y diciembre. En definitiva, "un año calcado al que estamos atravesando", sostiene Juan Luis Fernández.
Las previsiones son bastante similares a los pronósticos del año pasado. Hasta el momento, al año en curso, el acierto ronda el 70%. Su deseo sería "que los pronósticos fueran erróneos", pero los indicadores (humedad, temperatura, nubosidad, viento, los cercos del sol y la luna, e incluso el comportamiento de los animales y las masas de agua) pronostican lo contrario.
Alivio en otoño
Ateniéndonos a las cabañuelas de 2022 (realizadas en agosto del año pasado), el otoño que está por venir traerá "algunas lluvias, aunque bastante escasas". Septiembre será caluroso con posibilidad de precipitaciones entre los días 15 al 23. En octubre podría llover durante la primear y la tercera semana. Noviembre y diciembre serán muy similares, aunque Fernández se atreve a arriesgar que la penúltima semana del último mes del año "podría producirse un importante descenso de temperaturas, acompañadas de nubes y nieve".
La previsión de lluvias para el cuatrimestre que se avecina podrá suponer cierto "alivio" para la agricultura y la ganadería de la comarca. No así, para la situación en la que se encuentran pantanos y aguas subterráneas. "Partimos de cero. Venimos de un largo periodo de sequía y necesitaríamos que lloviera muchísimo", se lamenta Juan Luis. Tanto es así que "aquellos ganaderos y agricultores que alardeaban de tener pozos abundantes y manantiales que nunca se habían secado, este verano se están quedando sin agua".
No obstante, el cabañuelo de Tentudía se muestra optimista. Está convencido de que los periodos de sequía son cíclicos y que "acabamos de pasar el pico de esta etapa", con lo que, siempre según sus pronósticos, "a partir de 2025 podríamos ver normalizada esta situación".
Datos oficiales
Según el último Boletín Hidrológico Peninsular, elaborado por la Dirección General del Agua, del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, el pantano de Tentudía, del que se abastecen 20.000 habitantes de la comarca, actualmente se encuentra técnicamente vacío. En realidad, la presa embalsa 0,5 hectómetros cúbicos, cantidad insignificante, que representa menos del 9% de su capacidad.
La situación crítica por la que atraviesa la comarca se está viendo aliviada gracias al trabajo y a la gestión realizada por la Mancomunidad de Tentudía, con la concienciación de la ciudadanía y el apoyo de ayuntamientos, confederación y ministerio. El Plan de Emergencias está funcionando y afortunadamente los cortes en el suministro aún no han llegado a la población. Esto no significa que en los próximos meses la situación pueda empeorar, pero, de momento, la comarca está aguantando. Todavía queda una semana de agosto y la primera quincena de septiembre, en la que los pueblos de la comarca duplican su población y celebran sus fiestas patronales. El verano ha sido tórrido y la evaporación se ha disparado.
Hasta el momento, los temidos cortes se han soslayado con la captación de aguas subterráneas incluidas en las acciones previstas en las obras de emergencia que financia el Estado. Actualmente nueve pozos de sondeo ayudan a compensar la frágil aportación que se necesita para el apto consumo humano.