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Agricultura de regadío

Los arroceros extremeños afrontan una nueva campaña llena de incertidumbre

Los bajos precios de la última campaña y las importaciones de arroces de terceros países, preocupan a un sector que ya afronta la siembra del cultivo

Preparación de terrenos de una explotación arrocera.

Preparación de terrenos de una explotación arrocera. / LCB

Don Benito

El sector del arroz extremeño afronta una campaña llena de incertidumbre. Así lo sostiene el portavoz de la Plataforma del Sector del Arroz en Extremadura, Jesús Manuel Calderón. Los productores están inmersos en estos momentos en la preparación de sus explotaciones para comenzar con la siembra directa en apenas unos días. «La mayoría de agricultores de arroz de las Vegas Altas iniciarán estas labores previsiblemente la próxima semana», señala Juan Manuel Cáceres, productor de Don Benito. 

Los arroceros vuelven a enfrentarse a un año complicado, esta vez no por la escasez de agua como en 2022, campaña en la que no pudieron sembrar una sola hectárea en la zona regable del Canal de Orellana (mayor zona productora de Extremadura) a causa de las restricciones de riego derivadas de la escasez de agua. Este año la problemática a la que se enfrentan, y por la que continúan reivindicando soluciones, vuelve a estar ligada con los bajos precios. «Los costes de producción no paran de subir y los márgenes de beneficios son cada vez más ajustados», esgrime Cáceres, quien entiende lógico que el sector pueda mostrarse ciertamente pesimista de cara a la nueva campaña. «Nuestro mayor problema tiene que ver con la importación de arroz de fuera de la Unión Europea. Tienen menos controles y exigencias normativas que el arroz producido en España. Eso ha provocado que nuestro arroz valga menos», lamenta Cáceres. 

Cabe recordar que los productores de arroz de Extremadura vienen protestando por esta situación desde hace tiempo, aunque por el momento no han encontrado una solución satisfactoria. Entre sus reivindicaciones se encuentra la necesidad de un etiquetado claro que determine el origen del arroz. «La sociedad debe tener la posibilidad de elegir qué arroz quiere y cuánto quiere pagar por él», señalan los productores. 

Siembra directa

Más allá de los precios y las reivindicaciones, los productores se preparan ya para afrontar una nueva campaña de siembra directa, un método que se ha extendido casi por completo entre los arroceros y que permite un considerable ahorro de agua. «Más allá del evidente ahorro de agua, lo que también nos ayuda este sistema de siembra es a controlar mucho mejor las malas hierbas del arroz», dice Calderón, que pone en valor el compromiso de los arroceros por hacer un uso eficiente de los recursos hídricos disponibles. 

Todo ello en un año en el que la pluviometría está siendo buena, algo que también puede ayudar para que no haya que dar riegos de apoyo para refrescar la tierra de los arrozales siempre y cuando aguarden suficiente humedad en el suelo. En cualquier caso hay tranquilidad en el sector al tener aseguradas varias campañas gracias a las lluvias de estos últimos meses. Una nota positiva para un sector muy golpeado. 

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