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Almendralejo

La Universidad de Mayores bate el récord con 179 alumnos este año en Almendralejo

Las clases se seguirán impartiendo en el salón de actos del Palacio del Vino, un espacio que empieza a quedarse pequeño y que precisará de soluciones

Alumnos participantes de este año durante la inauguración del curso en el salón de Cajalmendralejo.

Alumnos participantes de este año durante la inauguración del curso en el salón de Cajalmendralejo. / EP

Almendralejo

La Universidad de Mayores de Almendralejo ha iniciado el curso académico 2025-2026 con cifras que confirman su consolidación como una de las propuestas formativas más queridas y exitosas de la ciudad. Un total de 179 alumnos se han inscrito este año, marcando un récord histórico de participación que refleja el creciente interés por seguir aprendiendo y compartiendo experiencias más allá de la edad.

El curso fue inaugurado oficialmente en un acto celebrado en el salón de actos de Cajalmendralejo, que contó con la presencia del alcalde, José María Ramírez Morán; la directora general de Universidad, Esther Muñoz; el coordinador del programa, José María Corrales; y la concejala de Educación y Mayores, Isabel Ballesteros. Todos coincidieron en destacar el valor social y educativo de este programa. Este año se han incorporado 48 nuevos estudiantes, lo que demuestra que el proyecto sigue atrayendo a personas de diferentes edades y trayectorias. Además, el grupo de Postgrado, formado por quienes ya completaron la enseñanza inicial pero siguen asistiendo para ampliar conocimientos, ha crecido notablemente. «Hemos creado un auténtico hábito de estudio y de convivencia. No es solo aprender, es compartir, debatir y sentirte parte de algo», comenta una de las alumnas veteranas del programa.

Las clases se imparten los lunes y jueves en el salón de actos del Palacio del Vino y la Aceituna, espacio que el Ayuntamiento de Almendralejo pone a disposición de la Universidad de Mayores junto a otros recursos humanos y materiales. Sin embargo, el éxito de participación ha traído también un pequeño reto logístico: el espacio empieza a quedarse corto. En las últimas semanas, se han tenido que colocar sillas de plástico en los laterales de las butacas azules para poder dar cabida a todo el alumnado.

«Tenemos que llegar a las cuatro y cuarto para coger sitio, porque si no, te quedas sin butaca preferente», comenta entre risas María, otra de las alumnas. Aunque la situación genera cierta incomodidad, muchos lo asumen con humor y orgullo: «Esto es señal de que cada vez somos más los que queremos seguir aprendiendo».

El debate sobre un posible cambio de ubicación o la ampliación de horarios está sobre la mesa, aunque de momento no se contempla debido al coste adicional que supondría aumentar el profesorado.

El acto inaugural concluyó con una actuación musical de la rondalla de la asociación cultural y folclórica Tierra de Barros, que puso el toque festivo a una jornada cargada de entusiasmo.

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