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A 9 kilómetros de Badajoz

Aparece una necrópolis bajoimperial en la villa romana de la carretera de Sevilla

Se han localizado 19 tumbas romanas y 12 enterramientos islámicos

Las primeras se han desmontado para continuar con el trazado de la N-432 y el material ha sido depositado en el Museo Arqueológico

Varias de las tumbas de la necrópolis aparecida en la villa romana La Pinela

Varias de las tumbas de la necrópolis aparecida en la villa romana La Pinela / Junta de Extremadura

Badajoz

Las obras de desdoblamiento de la carretera de Sevilla provocan un nuevo hallazgo en la villa romana de La Pinela, situada a unos nueve kilómetros de Badajoz. Según fuentes oficiales de la Dirección General de Patrimonio de la Junta de Extremadura, se trata de una necrópolis de cronología Bajo Imperio Romano (que abarca desde el año 284 después de Cristo hasta el 476 después de Cristo) .

El descubrimiento incluye elementos de distintas épocas. En el lado norte, que afecta de manera directa al nuevo trazado de la carretera N-432, se han hallado 19 tumbas romanas y algunos restos muy dispersos e inconexos de estructuras murarias. Estas últimas son de hormigón con un enlucido rojo, típico de acequias, piscinas o aljibes de la época romana.

Una vez documentadas de manera integral, las tumbas han sido desmontadas para poder dar continuidad a las obras. Tras la intervención, todos los materiales han sido trasladados y depositados en el Museo Arqueológico de Badajoz.

Por otra parte, en el lado sur, se han hallado una serie de estancias de funcionalidad agropecuarias de una cronología más amplia, a caballo entre época Alto Imperial y Bajo Imperial (desde el siglo I antes de Cristo al V después de Cristo), que ya en periodo de abandono (época musulmana), se reutilizaron como espacio funerario (Maqbara). Tras una excavación íntegra, se han localizado un total de 12 tumbas islámicas.

Los restos de la zona sur, a diferencia de los anteriores, no afectaban al trazado de la carretera, por lo que para preservar su integridad, se han tapado y cubierto bajo una capa de tierra vegetal y geotextil sobre la que se ha continuado trabajando en la construcción de la citada infraestructura.

Todos estos descubrimientos se incluirán en la elaboración de la memoria de resultados, que actualmente se encuentra en fase de redacción, que está preparando la empresa arqueóloga a cargo junto a la Dirección General de Patrimonio de la Junta de Extremadura.

Relevancia arqueológica

Para el investigador local, José Antonio Hinchado Alba, este descubrimiento es de «una gran relevancia arqueológica». Algo que le genera preocupación. «Parece ser que no tienen intención en conservar lo antiguo. Es inconcebible que el destino de este material histórico sea caer en el olvido debajo de una carretera», lamenta.

En una reciente visita a la villa, Hinchado asegura, que además de las tumbas y las estructuras de hormigón, encontró restos calcolíticos y materiales mezclados de diferentes períodos históricos, junto a canalizaciones y silos romanos, lo que apunta a que La Pinela pudo albergar un asentamiento industrial como fraguas de hierro y almazaras de aceite.

Por otro lado, en la zona del camino viejo hacia La Albuera, asegura haber localizado restos de escoria metálica, posiblemente relacionada con herraduras, herramientas o utensilios de transporte.

El investigador, que lleva más de dos años observando la zona y denunciando la situación, espera que algún día, «las autoridades competentes reconozcan la importancia de estos hallazgos y garanticen su protección».

Antecedentes

Hinchado, a mediados de 2021, advirtió que en la zona, llamada finca La Pinela por aquel entonces, había indicios de que existiera una villa romana que aún no se había descubierto, ya que anteriormente había aparecido una lápida de aquella época con la palabra ‘PACENSIS’ grabada.

En noviembre de 2023, al comenzar las obras de desdoblamiento, las sospechas del historiador se evidenciaron. Con los primeros movimientos de tierra y trabajos auxiliares en el entorno de la calzada salieron a la luz restos de material y cerámica romana. «Fui a dar un paseo por la zona y confirmé que mis sospechas eran ciertas. Entre los montones de tierra había terras sigilatas, estucos, cerámicas finas, tégulas, ladrillos, doliae, clavos, monedas y aras romanas de granito», explica Hinchado.

Tras ello, y «para preservar este material histórico», el investigador, junto al abogado José Miguel Morcillo Gómez, interpusieron una denuncia ante la justicia. La asociación en defensa del patrimonio extremeño Fondenex también denunció que las máquinas estaban dañando un yacimiento arqueológico y exigió que se paralizaran. Ante estas denuncias, la Dirección General de Patrimonio de la Junta ordenó que se detuvieran los trabajos en este tramo y se iniciaran labores de arqueología.

Estas no tardaron mucho en dar sus frutos. En marzo de 2024, cuando se estaba realizando la limpieza superficial del terreno (raspado), los arqueólogos y operarios a cargo hallaron dos tumbas romanas construidas con pizarra y cuarcita en el acceso a la urbanización Campofrío (a la altura del kilómetro 9) y un muro de cemento de la misma época. Tras el hallazgo, la empresa empezó a realizar catas y excavaciones en la zona, de forma meticulosa y lenta, pues debían documentar todo lo que aparecía.

Ahora, casi un año y medio después, el hallazgo de esta necrópolis ha encendido las alarmas de los defensores del patrimonio, quiénes vuelven a implorar la detención de esta obra debido al «gran valor arqueológico del material encontrado». Desde la Junta de Extremadura aseguran que la construcción de la carretera continuará, ya que «la prioridad es preservar el material y las medidas tomadas han sido las correctas».

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