La religión no puede cuantificarse, ni la fe, ni las creencias. Pero las distintas Semanas Santas de España sí ofrecen datos históricos, artísticos, de participación y antigüedad que se tienen muy en cuenta a la hora de otorgar el título de Fiesta de Interés Turístico Internacional. Trece de ellas ya lo han logrado. Un estudio detallado de la Pasión cacereña revela que presenta méritos suficientes para aspirar a la declaración, proceso que se encuentra en marcha.

Cáceres destaca en algunos aspectos clave, decisivos. Por ejemplo en la gran antigüedad de su iconografía, que no tiene igual. Cuatro cofradías custodian imágenes del siglo XIV: Cristo Negro , Cristo de las Indulgencias , Cristo del Humilladero y Cristo de la Expiración (todos crucificados). Del resto de las localidades con título internacional, sólo Zamora tiene una imagen tan centenaria, Cristo del Espíritu Santo . Después estaría Medina de Rioseco con La Piedad , del XV.

Las siguientes ya están datadas en el siglo XVI y son de Zamora (Cristo de las Injurias , de 1.530, y La Virgen y San Juan , de 1.593), y de Sevilla (Cristo de Burgos , de 1.573). Pero Cáceres tiene otros muchos pasos de esta misma centuria (Cristo de los Milagros , Señor de las Penas , Cristo de la Salud , Cristo del Calvario , Cristo Yacente y Virgen de la Soledad ), por no hablar del siglo XVII y posteriores. Además, el auge del movimiento cofrade ha puesto en las calles cinco imágenes nuevas en el siglo XXI. En total, La ciudad saca 22 procesiones con 45 pasos en 12 días.

Las hermandades cacereñas también destacan por su larga trayectoria. Hay hasta tres del siglo XV: Nazareno (1.464), Soledad (1.470) y Cristo Negro (1.490). Pues bien, sólo Sevilla tiene cofradías más antiguas: El Silencio, de 1.356; y Cristo de la Fundación, de 1393.

En cuanto a los imagineros, es cierto que Cáceres conserva tallas de bella factura, pero otros municipios cuentan con grandes nombres como Gregorio Fernández, Mariano Benlliure, Pedro Avila, Juan de Mesa, Juan de Juni o Salzillo. Respecto al arraigo en la ciudad, la Semana Santa cacereña lleva al menos seis siglos en las calles arropada por sus gentes. De hecho, el expediente para optar al título recuerda que, proporcionalmente al censo, Cáceres tiene más cofrades que Sevilla.

No obstante, cada celebración es peculiar, única, y corresponde al Gobierno pronunciarse. Un somero vistazo a todas las poblaciones con Semana Santa de interés internacional así lo evidencia:

Valladolid: un museo deimaginería en las calles

La Semana Santa de Valladolid se remonta al siglo XV y llegó a su mayor esplendor escultórico en los siglos XVI y XVII con las obras de Juan de Juni y Gregorio Fernández. De hecho, sus tallas destacan entre las de mayor valor artístico del mundo en escultura policromada y algunas se conservan en recintos museísticos. Las 19 cofradías celebran 33 procesiones con 52 pasos. A su riqueza iconográfica se une el respeto en las calles. Destacan dos eventos: la Procesión General de la Sagrada Pasión, con todas las cofradías, y el Sermón de las Siete Palabras. Su cofradía más antigua es de 1.498, y el paso Elevación de la Cruz data de 1.604.

Cartagena: una Pasiónque cuida cada detalle

La Semana Santa de Cartagena lo tiene casi todo, y además bien conseguido. El orden de los penitentes es férreo, marchan al unísono y se paran a la vez, no hablan, no se mueven y sus vestimentas son vistosas e impecables. Destaca la ornamentación, los mantos, los estandartes bordados, la luz, la música... Curiosamente, todo se organiza en torno a cuatro cofradías --Marrajos (finales del XV), Californios, Resucitado y del Socorro--, que llegan a procesionar en 11 ocasiones, arropando a 70 pasos.

Hellín: los tamboresy su eco internacional

Los datos hablan por sí solos: esta localidad albaceteña de 35.000 habitantes es capaz de aglutinar 25 hermandades que confluyen en 15 procesiones con 30 imágenes (algunas de ellas salen en más de una ocasión). Pero su rasgo más peculiar y destacado son las tamboradas, en las que participa mayoritariamente la población, y que han convertido su Semana Santa en un referente nacional e internacional.

Medina de Rioseco:todos con las cofradías

Esta localidad vallisoletana es otro ejemplo excepcional de arraigo, tradición y apego a la Semana Santa. Sus 5.000 habitantes han perpetuado unas cofradías que se iniciaron en los siglos XV-XVI por los gremios de artesanos, y que hoy cuentan con más aceptación que nunca. De hecho, más de 3.000 vecinos pertenecen a alguna de las 16 hermandades que escoltan 20 pasos en sus cinco procesiones.

Salamanca: riquezabarroca y auge actual

Salamanca destaca por su fuerte vinculación entre arte y religión, con una valiosa imaginería barroca obra de Gregorio Fernández, Antonio de Paz, Pedro Hernández, Alejandro Carnicero, José de Lara Churrigera o Pérez de Robles. Quince cofradías sacan estas bellas imágenes por un entorno monumental barroco y plateresco, en un total de 17 procesiones con 45 pasos. El momento más representativo es sin duda el Descendimiento, que se celebra desde 1.616 por la Vera Cruz. Al igual que Cáceres, Salamanca vive un fuerte interés por esta celebración en las últimas décadas con nuevas cofradías. La hermandad más antigua data de 1.506.

León: más de 100 pasosen la mayor cita del año

Los leoneses tienen su Semana Santa señalada en el calendario como la fiesta más importante y prueba de ello es la implicación con sus 16 cofradías, que organizan 23 procesiones con más de 100 pasos. Tienen tallas de gran valor, obras de Juan de Juni y Víctor de los Ríos, y momentos especialmente llamativos como la Ronda y la Procesión de los Pasos, en la que 4.000 papones (así se conoce a los cofrades) portan 13 pasos durante más de ocho horas. Aunque su hermandad más antigua data de 1.572, el mayor despegue tuvo lugar en el siglo XX, cuando se formaron 13 de sus 16 cofradías.

Zamora: antigüedad yfuerte apoyo popular

La Semana Santa es la celebración más importante de Zamora, que multiplica su población y vive las procesiones de forma respetuosa e intensa, hasta tal punto que algunas cofradías tienen lista de espera. La Pasión forma parte intrínseca de la ciudad, de