Nació en Cáceres en el año 1939 y estudió Medicina en Madrid. Siempre ha desarrollado su profesión en la ciudad que le vio nacer, donde ejerce como especialista en el aparato digestivo en la clínica San Francisco. Cuarenta y cuatro años avalan su experiencia y lleva 25 enseñando de manera desinteresada a profesionales a realizar endoscopias de estómago en cursos en el Centro de Cirugía de Mínima Invasión (CCMI). Su labor ha sido ahora reconocida con el premio internacional de endoscopia médica Vicente Tejero. Es el primer profesional al que se lo entregan porque es la primera edición de este galardón. Dice no creérselo aún.

--Se ha hecho con un galardón al que concurrían especialistas de otros países europeos, ¿cómo se siente?

--Es un honor. Lo que me han hecho sentir no se paga con dinero. Es un trabajo que he hecho a lo largo de mi vida y que te lo reconozcan no tiene precio.

--¿Qué labor o trabajo clínico ha hecho para merecérselo?

--Acudo todos los años a enseñar a realizar endoscopias digestivas a veterinarios y médicos en el Centro de Cirugía de Mínima Invasión. Llevo haciéndolo 25 años.

--¿Cómo se enteró de que iba a recibir ese reconocimiento?

--Fue una encerrona. Estábamos dando un curso en el centro de cirugía, como siempre. Me sacaron de allí diciéndome que íbamos a un congreso de veterinarios españoles que se celebraba en el centro. Allí dijeron mi nombre y que me entregaban el premio. Fue increible porque nadie me había avisado.

--¿Cómo empezó a dar esas clases de endoscopia?

--Me lo ofreció el profesor Jesús Usón. Nos conocimos en 1986 y entonces me contó que tenía interés en realizar estos cursos. Usón contó conmigo desde la primera vez y desde entonces siempre voy.

--¿Qué hacen durante esas acciones formativas?

--Se dan charlas y se enseña de manera práctica a hacer endoscopias. Practicamos con animales, pero va dirigido a profesionales de veterinaria y de medicina. Son cursos de fama internacional.

--El centro de cirugía de mínima invasión también tiene fama internacional, ¿qué cree que reporta a Cáceres?

--El CCMI es un centro de referencia mundial, probablemente no haya ningún centro como él. Se lo debemos a Jesús Usón. El maño creó todo esto con su fuerza de voluntad. Es importante para Cáceres porque aquí viene gente de Italia, Bélgica, Francia..., muchos sin cobrar nada, pero pasan por la ciudad y la conocen.

--¿A cuántos profesionales puede haber enseñado?

--No lo sé, pero endoscopias he hecho millones. En cada curso se hace una media de 20 o 30.

--¿Para qué sirve la técnica endoscópica?

--Las endoscopias digestivas sirven para hacer un diagnóstico del estómago. Con ellas podemos descubrir, por ejemplo, si se tienen pólipos o si existe un cáncer de colon.

--¿A qué dedica el resto de su vida?

--Llevo 44 años de médico. Dejé la Seguridad Social y ahora ejerzo en la clínica San Francisco. Mi profesión es mi debilidad.