Tras la gran tensión vivida entre los comerciantes del mercado franco de Cáceres, hoy sólo montan los puestos los vendedores de productos perecederos.

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Desde esta madrugada, se palpa la tensión en Vegas del Mocho, donde los vendedores ambulantes debaten si instalan o no sus mercancías. Sobre las 9 de la mañana, los comeciantes de productos perecederos optaron por vender,comeciantes de productos perecederos optaron por vender pero la presión del resto de compañeros, les obligó a dar marcha atrás, aunque ahora vuelven a colocar los puestos después de intensos debates.

Además, los comeciantes anuncian que si el ayuntamiento prepara las mejoras exigidas en la zona, el próximo miércoles habrá mercado franco.

100 vendedores

100 vendedores, de los 527 autorizados, optan por no colocar y negocian todavía con el ayuntamiento la ubicación exacta de estos.

A media mañana permanecían instalados los puestos de productos perecederos como frutas, hortalizas y embutidos, junto a algunos de venta de calzado y ropa, pero una de las zonas de Vegas del Mocho, la que se ubica pasado el puente de la Ronda Norte, estaba sin instalar a pesar de que el público ha acudido ya casi con normalidad.

El concejal de Fomento, Jorge Carrasco, muestraha mostrado su "satisfacción" por cómo se ha desarrollado la mañana y adelanta que esta semana se llevarán a cabo los últimos arreglos en las calles para que el próximo miércoles el mercado se celebre "con total normalidad".

Carrasco felicita además al dispositivo tanto de la policía nacional como local que ha vigilado la instalación de los puestos porque "se ha defendido a los que querían trabajar", en alusión a que se han interpuesto algunas denuncias por amenazas de un grupo de vendedores a sus compañeros que querían montar los puestos y no les dejaban.

El edil insiste en que "de lo que se trata es de buscar la máxima comodidad de los vendedores" pero "en Vegas del Mocho", descartando cualquier otra ubicación. "Se está tratando cada caso puesto por puesto", subraya y recalca que se ha buscado una nueva distribución "en forma de caracol" que "puede resultar más cómoda" tanto para los vendedores como para los clientes del mercadillo.

Por su parte, uno de sus portavoces de los vendedores, José Manuel Morán, recuerda que "todos los cambios de ubicación producen incertidumbre", pero añade que "en los tres anteriores ha habido negociación y consenso previo" algo que "no ha ocurrido en este caso". "Cuando los vendedores hemos intervenido ya estaba hecho el cambio y no conocíamos el terreno", recalca Morán, que cree que el "rechazo" que se ha producido por parte del colectivo es porque "no ha habido un trabajo negociador previamente".

Morán recuerda que ya en el año 1976 a él se le adjudicó el puesto número 1 en la calle Camino Llano cuando las amas de casa decidieron hacer un mercadillo franco para "frenar los altos precios" e introducir el factor de "competencia" en el sector comercio de la ciudad.

"Fíjate si llevo años negociando los cambios del mercadillo", ha manifestado este vendedor ambulante que confía en que la situación se normalice "cuanto antes".