Abrirá su temporada el 8 de abril en la plaza de toros de Montánchez con ilusión de que todo salga rodado. Acaba de llegar de Colombia, donde ha logrado hacerse un gran hueco entre la afición. Su meta es llegar a ser un torero de renombre, su sueño desde pequeño. Lleva en las plazas desde los 15 años y asegura que los momentos tan bonitos que ha vivido en el mundo del toro no los cambia por nada. Ahora, su objetivo a corto plazo es torear en la Era los Mártires en la feria de San Fernando de Cáceres, su ciudad. Pero su obsesión es volver a colarse por las puertas de Las Ventas porque Madrid, dice, es el trampolín que necesita para seguir adelante.

--Resta poco para el comienzo de su temporada, ¿cómo van los preparativos?

--Comienzo el día 8 de abril en Montánchez. Con mucha ilusión, este año voy a empezar pronto a torear. Ojalá salgan las cosas bien porque para empezar la temporada siempre es importante que haya un triunfo y que rueden las cosas bien.

--¿Qué planes tiene?

--De momento mucha ilusión de poder estar en plazas como Cáceres y Plasencia, que son mi tierra. En Cáceres, por méritos propios, porque son bastantes tardes las que he toreado y en las que he conseguido trofeos a triunfador de la feria. Cáceres es una plaza a la que tengo mucho cariño, soy de aquí y en ella siempre me han rodado las cosas muy bien.

--Acaba de regresar de Colombia. Allí se ha hecho un gran hueco entre la afición taurina, ¿todo un logro para un torero?

--Colombia es casi mi segundo país. Las cosas me han ido muy bien. El 28 de julio torearé en Cali, lo que me hace mucha ilusión porque es una plaza de primera categoría. Colombia me ha dado mucha fuerza como torero, me ha servido para coger moral.

--Allí las cosas le fueron rodadas desde el principio...

--Indulté un toro el primer día que toreé allí. Después siempre he tenido triunfos. Lo importante es que he dejado un buen ambiente. He logrado hacerme un hueco.

--Lleva dos años sin torear en Cáceres, después de que el año pasado la corrida tuviera que suspenderse debido a problemas económicos de la plaza de toros. ¿Tiene ganas?

--Tengo ilusión de volver para ratificar aquello que no pudimos hacer el año pasado. Me encantaría. Lo del año pasado fue una cosa bastante desagradable para la imagen de Cáceres y para los toreros, que fuimos los más perjudicados porque nos quedamos sin torear. Era una tarde muy bonita para la afición de Cáceres, un mano a mano entre Jairo Miguel y yo, dos matadores de la ciudad. Fue una lástima que las cosas se torcieran de esa manera.

--¿Espera estar entonces en la feria de mayo?

--Por ganas no será. Espero estar, pero uno nunca sabe porque hay muchos intereses de por medio.

--¿Les influye la crisis?

--Sí, mucho. Los festejos taurinos son muy costosos. En muchos sitios donde antes se hacían dos o tres corridas de toros ahora se da una o una novillada, por lo que son muchos menos puestos para entrar en esas ferias.

--¿Qué siente cuando torea en las plazas de primera categoría?

--Es una meta que yo tengo y he tenido siempre. Sientes mucha responsabilidad de poder estar bien y poder triunfar. Cuando uno torea en Madrid, por ejemplo, sale con más responsabilidad. Uno sale con miedo porque sabe que de lo que haga allí dependerá la trayectoria de la temporada y de la carrera.

--Después de tantos años, ¿se llega a quitar el miedo a ponerse frente a un toro?

--El miedo siempre está ahí. Estar delante de un toro no es fácil, hay que estar muy preparado. Todo eso lo aprendes con la preparación y el oficio. Delante del toro lo que uno quiere conseguir es expresar el concepto del toreo que uno lleva dentro y ser capaz de lograr el sueño de ser un torero importante y que la gente te valore.

--¿Siempre le ha gustado el mundo del toro?

--Sí porque ha sido mi vida. No sé hacer ahora mismo otra cosa que torear, es mi sueño. Ser torero para mí es una profesión muy bonita, muy grande y muy difícil. Exige mucho sacrificio pero es mi vida y espero llegar a ser el torero que siempre he soñado.

--¿Ha tenido que sacrificar muchas cosas?

--Muchísimas. Hay que olvidar otros caminos que cuando eres joven te apetece hacer y te tienes que privar de ellas, como estudiar. Pero se hace con gusto.