Almudena Holguera (31 años) y Alberto Rodríguez (32 años) se casaron en 2010, tiene su hogar junto al parque cacereño del Rodeo y son padres desde hace seis meses. Su pequeño se llama Nóel. Se sienten afortunados por sus dos contratos, ella en el sector de la banca y él como profesional de soporte técnico de ADSL. Este privilegio les ha permitido planificar su vida y su familia, pero varias parejas de su entorno están en paro, o con trabajos menos seguros, o con la obligación de irse a otra ciudad para conservar su puesto. "Las cosas se han puesto difíciles", lamentan.

Almudena comprende el "miedo"a afrontar los costes de la boda, que ella misma ha vivido hace dos años, por eso entiende que el número de enlaces vaya en descenso. "Pero si la boda es un gasto puntual, un bebé es mucho más, un compromiso de vida. Un adulto puede amoldarse a lo que hay, pero un niño tiene sus necesidades básicas".

Gasto obligado

En este sentido, Almudena cuenta que el coste de los preparativos acaba sorprendiendo a los padres, aunque sean comedidos en el gasto. "Cuna, cochecito, bañera, trona, ropita..., todo es caro, y aunque al principio te hagan muchos regalos, el desembolso es alto", confiesa.

De ahí las dificultades de los tiempos actuales. "Cuando la gente tiene dificultades hasta para acceder a una vivienda, y no sabe si estará trabajando dentro de seis meses, entonces la boda y los hijos quedan más lejos... Cada persona se planifica hoy día como va pudiendo según sus circunstancias", reflexiona Almudena. No obstante, está convencida de que una gran mayoría siguen apostando por crear su familia, aunque sea más tarde que temprano.

Almudena y Alberto tienen su hipoteca y su bebé. No ocultan su ilusión por un segundo hijo, pero habrá que reflexionarlo, esperar que su situación no haya cambiado entonces y dar el gran paso, otro paso para toda la vida...