Este año se cumple justo una década de la restricción del tráfico en la Ciudad Monumental. El 3 de febrero del 2003 comenzó a funcionar el sistema de bolardos, semáforos y tarjetas, que desde entonces ha limitado el acceso, solo permitido a residentes, emergencias y vehículos de cara y descarga (en determinada franja horaria). Pero esta medida encaminada a proteger la ciudadela medieval nunca ha satisfecho por completo sus objetivos, ya que junto a torres, palacios e iglesias pueden verse a diario excesivos vehículos estacionados. Las deficiencias del sistema y el exceso de tarjetas han contribuido a ello, razón por la que el ayuntamiento cacereño ha decidido cambiar el mecanismo de acceso por uno más avanzado basado en cámaras.

La renovación se viene barajando desde hace tiempo, pero la decisión ya se ha tomado. Así lo ha comunicado a este diario el concejal responsable de Tráfico y Seguridad Ciudadana, Valentín Pacheco. "Sigue habiendo muchos problemas en la zona, por ello vamos a introducir un nuevo sistema. Ya hemos denunciado el contrato actual de mantenimiento de los bolardos, y la próxima contrata se basará fundamentalmente en la instalación de cámaras en toda la zona restringida", explica el edil.

Se trata de un método más moderno que funciona ya en distintas ciudades, sin obstáculos ni ruidos. Las pequeñas cámaras instaladas en los puntos de entrada leerán las matrículas de todos los vehículos, de modo que quien acceda sin autorización recibirá una sanción en su domicilio al cabo de unos días. "Hay que controlar muy bien cuáles son las matrículas que están dentro del sistema, y el resto podrían ser multados si circulan por la zona. Siempre hay un plazo para comunicar posibles causas de fuerza mayor por las que un coche haya tenido que entrar, y dar marcha atrás a la denuncia", indica el concejal.

No obstante, la intención es poner orden en un control de acceso que siempre ha tenido carencias. "En Badajoz, sin ir más lejos, el sistema de cámaras funciona a la perfección y no hay ningún inconveniente. Por ello queremos aplicarlo en Cáceres, porque permite un control mucho más fácil y nada tiene que ver con los bolardos, que son antidiluvianos", sostiene Valentín Pacheco, recordando además los problemas que generan los bolardos cuando fallan y producen averías en los vehículos.

En menos de un año, afirma el concejal, estará en marcha el nuevo sistema. Los accesos a la Ciudad Monumental seguirán siendo prácticamente los mismos: Puerta de Mérida, Arco de la Estrella y plaza del Socorro. "No hay muchas más opciones por ser un recinto singular", indica el concejal. Precisamente por ello, agrega el edil, resulta complicada la peatonalización de Pizarro que solicitan los empresarios de la zona. "Los técnicos de la policía y del Sepei afirman que es la calle de acceso principal y primordial a la parte antigua", subraya.