Eleuterio Sánchez-Terio , casado con Juana Polo , era uno de los empresarios más reconocidos de la ciudad de Cáceres, fundador de una sombrerería en la plaza Mayor y una perfumería en la calle Pintores que durante años fueron grandes referentes del comercio local cacereño. La sombrerería de los Terio tenía suelo de madera, caja registradora, mostradores de cristal donde se exponían los sombreros más modernos de la época y una trastienda donde eran habituales las tertulias de respetados intelectuales.

Estaba la sombrerería en una plaza Mayor que era el centro neurálgico y comercial de la capital. Había en la plaza y su entorno montones de ultramarinos, el ultramarinos de Paco Durán , al lado los Casares . En el portal de la farmacia de Castel estaba el de Carlos Cordero , que después llevó su hijo Pedro . Luego estaban el de los Jabato , el de Aparicio en la calle Empedrada. Y en las Cuatro Esquinas, Regodón y los Siriri .

Luego estaban la zapatería de Victorino Martín (su hijo Miguel abrió después otra en los portales), la farmacia de los Jabato , y la de Margarita Pereira , que puso allí su primera botica, El Barato, el comercio de telas de Víctor García , el estanco de los Durán , el hotel Europa, y la librería de los Solano , que después se quedó Pedro Cabrera Florido y posteriormente y hasta su jubilación Vicente Hormigo .

En la plaza hubo hasta una churrería que regentó un señor de Aliseda, el mercado del Foro de los Balbos, la panadería del señor Claudio y la señora María , que eran buenísimos, y tantos y tantos otros.

Pero Eleuterio no solo era dueño de la sombrerería, también lo era de una perfumería que abrió en la calle Pintores, donde se almacenaban deliciosas esencias y por la que a diario pasaba todo Cáceres. En ella se vendían toallas y bañadores en verano. Era un lugar luminoso, de estanterías de cristal, en un Pintores lleno de vida con Mendieta, Gozalo, Jabato, la barbería Barra, la relojería de Rosendo Nevado y todos los demás.

Prestigio

Eleuterio se convirtió en un empresario de prestigio reconocido, que llegó a ser concejal y presidente de la Cámara de Comercio de Cáceres. Con Juana tuvo cinco hijos: Miguel , Rufino , Antonio , Joaquín y Elena , y todos ellos residían en una preciosa casa de la plaza Mayor, esquina con Gran Vía, donde luego se abrió la Academia Morgan y con posterioridad una sucursal de la Caja de Ahorros de Extremadura.

Era aquella una casa de tres plantas, con cocina, cuarto de baño y al menos cinco dormitorios, con balcones repartidos por toda su fachada y una terraza en la planta de arriba, donde estaban las pilas para lavar la ropa y en la que los pequeños disfrutaron de una infancia venturosa puerta con puerta con el Hotel Toledo, que durante años regentó don Amadeo de San Eugenio .

Rufino, uno de los hijos de los Sánchez-Terio, estudió el bachillerato en el Insti de la Preciosa Sangre y luego se marchó a Salamanca, donde ingresó en la Facultad de Derecho. Estando en 3º de carrera, estalló la Guerra Civil y a Rufino lo llamaron desde el frente, estuvo por Cáceres y por Badajoz, fue alférez provisional y teniente del Ejército.

Cuando terminó la contienda le propusieron seguir con la carrera militar, pero Rufino quería terminar sus estudios de abogacía y así lo hizo. Al concluirlos volvió a Cáceres, a su ciudad, donde se casó con Paquita Fernández , hija de Serafín y de Pilar González Mediavilla . Serafín era un hombre que procedente de León y junto a un hermano suyo fue fundador de los Sobrinos de Gabino Díez, un hombre que murió muy joven volviendo a Cáceres de un viaje de veraneo en Santander donde un infarto le sorprendió y acabó con su vida.

Los almacenes de los Sobrinos estaban en la Cruz de los Caídos y era una tienda gigantesca que ocupaba una planta entera, con entrada por la Cruz de los Caídos y la avenida de Alemania. Además de Paquita, Serafín tuvo otra hija llamada Pilar, casada con Escribano , que era ginecólogo.

Spar

Al morir Serafín, fue su yerno, Rufino Sánchez-Terio, quien junto a un primo de su mujer, Dámaso Fernández , tomaron las riendas del negocio, hasta que pasados tres o cuatro años Rufino decidió independizarse y fundar la Cadena Spar Española en Extremadura, con sucursales en Cáceres, Mérida y Badajoz. En la ciudad había tiendas en Santa Joaquina de Vedruna, en La Madrila y en Alfonso IX, con unos inmensos almacenes al lado de la Universidad Laboral, que contaban con oficinas y sala de juntas.

Rufino y Paquita siempre vivieron en la casa de la Cruz de los Caídos donde se abrieron los Sobrinos de Gabino Díez, una casa de varias plantas en la que Rufino y su familia ocupaban el 3º Derecha. Además de estos almacenes, en el cuarto piso de este mítico edificio que habitaron los Sánchez-Terio se encontraba el Distrito Forestal, y también estaba Estadística, Industria y Monte Pío. En la finca vivían igualmente don Roberto , que era constructor; don Ambrosio , que era jefe de Industria, los Franco ...

Era en aquella época el entorno de la Cruz de los Caídos el más importante nudo comercial y de comunicación de la ciudad dada su cercanía con la estación de ferrocarril y con el Fielato.

No era de extrañar que a su alrededor y junto a los Sobrinos florecieran importantes negocios como el almacén de piensos de los Muriel , popularmente conocido como los Siriri, los Santos , la pensión de las Brígidas , o el inolvidable comercio de Galiche . Un tiempo en el que a la Cruz, donde también se encontraba el Parador del Carmen, arribaban los autobuses procedentes de cientos de destinos, con sus estraperlistas en busca del entonces suculento negocio del café.

La gran entrada

Y es que la Cruz de los Caídos era la gran entrada a Cáceres. Además de los Sobrinos estaban Patricio Fernández, los Bernal, Rincón, el bar el Globo, el bar Aviación, el parque móvil, las gasolineras de Felipe y de Pepe ...

En las traseras del bar Los Pepes, donde está el América, había un grifo que estaba al lado de una serradería donde los niños acudían a beber. En la avenida de Portugal era memorable el corralón, donde entre otras muchas familias vivían los Correa . Había una barbería, Delice, Talleres Díaz, el bar de Casatejada donde vendían las míticas pistolas... Residía allí también un chico que murió en Sidi Ifni, y estaba el corral de los toros, donde metían a los morlacos cuando venían de la estación de trenes.

Rufino y Paquita tuvieron tres hijos: María Dolores , que vive en Madrid, Serafín , que es director de Tráfico en Cantabria, y Mari Carmen , que reside en Palma de Mallorca. Rufino acaba de cumplir 100 años y su familia le ha organizado una merecida fiesta sorpresa en Jarandilla de la Vera. En ella todos recordaron los felices años en la sombrerería. en la perfumería, en aquellos grandes almacenes de los Sobrinos de Gabino Díez... recuerdos de Rufino Sánchez-Terio en la mágica Cáceres, la ciudad más bonita del mundo.