Es el primer Womad para Lobera, que ha llegado a Cáceres casi por casualidad. Hace unos años por estas fechas se encontraba surcando los mares gallegos, pero un día decidió romper con todo. Tras meses pensando en qué podía ganarse la vida a partir de entonces, descubrió el mundo de la artesanía. Le cambió la vida. Ahora elabora instrumentos musicales a mano con madera de pino y nogal y piel de cabra. Tiene de todo: panderetas, cuernos, didjeridoo, timbales,... Los vende en su puesto del paseo de Cánovas. "He venido porque me habían hablado muy bien de este festival. Estoy deseando sacar tiempo libre para disfrutar de los conciertos", dice.

Algo parecido le ocurrió a los madrileños Juan Carlos y David (residen en Villanueva de La Vera) que han creado la empresa Moondrum.es, a través de la que comercializan steel tongue, un instrumento parecido al tambor pero de acero y con un sonido similar al xilófono. Los elaboran ellos mismos. También tienen instalado su puesto en el paseo cacereño. "Hemos aprendido después de investigar mucho. Empezamos porque llevábamos meses en el paro y necesitábamos trabajar", explica Juan Carlos.

En Cánovas también muestra sus arte con las manos el madrileño Alberto Lozoya, que elabora collares y pulseras con madera, o el senegalés Ndaraw, que tiene un puesto de cestos de mimbre de todos los colores y formas. Todo su arte se funde con el sonido de la flauta de pan de los peruanos, que llena de paz y armonía este paseo por las artes del mundo.