El verano ya está aquí. La llegada del periodo estival suele ser sinónimo de buenas noticias para el sector servicios, sin embargo, la crisis continúa golpeando a los establecimientos hosteleros cacereños que, un año más, se han tenido que reinventar con el objetivo de sacar el máximo partido a los tres meses veraniegos que están "bastante lejos de ser la mejor época del año" para este sector.

Los locales de la Madrila, la zona del barrio del Perú, la calle Pizarro y los ubicados en el centro neurálgico de la ciudad, la plaza Mayor, buscan nuevos métodos para atraer a la clientela.

Algunos hosteleros vivirán por primera vez el verano cacereño, otros son ya veteranos. En cambio, el sentir general es común: "se espera un verano flojo", atípico si lo comparamos con otros periodos del año como puede ser Semana Santa, donde la "diferencia es abismal", cuenta Rocío Borda, del Mesón Tal Cual, o fechas de celebración de festivales musicales, en las que el negocio marcha bastante mejor. "El año pasado descansábamos solo un día y este estamos haciéndolo dos debido a la poca afluencia", cuenta Carlos Cordero, encargado de la Taberna El Rincón.

INICIO DEL VERANO Aún así, todavía resta buena parte del verano. El balance llegará a finales de septiembre, ya que tan solo pasan un par de semanas de julio y el margen de crecimiento es bastante amplio aún. Sin embargo, varios hosteleros coinciden en que "por estas mismas fechas el año pasado el negocio marchaba mucho mejor".

Por ese motivo y con vistas a recuperar ese público que quizás se ha perdido, gerentes y dueños hosteleros se han puesto manos a la obra para hacer más atractiva su oferta de cara a la época estival.

Mejoras en la carta, incremento de la plantilla o técnicas publicitarias son algunas de las herramientas más utilizadas por los establecimientos para impulsar sus negocios en estos meses en los que muchos cacereños se marchan de vacaciones, dejando a los turistas como la principal clientela del sector servicios. "Hemos bajado los precios, tenemos ofertas de 2x1 y descuentos del diez por ciento a grandes grupos", descubre Borda, que recalca que su negocio "se adapta al bolsillo del cliente".

NUEVOS PLATOS En este sentido, son varios los locales que han incluído dentro de sus cartas nuevos platos exclusivamente para el periodo estival. Menús más frescos, basados en ensaladas, salmorejo, jarras que aumentan de tamaño --pasando del litro y medio hasta los tres-- o postres característicos de esta época del año son algunas de las novedades. Además, varios establecimientos incluyen una versión redactada de la carta en otros idiomas, con vistas a que la llegada de extranjeros se incremente ofreciéndole este tipo de facilidades lingüísticas.

El aire acondicionado también resulta un elemento indispensable para combatir el intenso calor. "Hasta bien entrada la tarde, las zonas más demandadas son las aclimatadas", revela Víctor Encinal, dueño del restaurante Cayena, que afrontará su primer verano después de abrir su negocio el pasado mes de abril en la plaza Mayor.

Las terrazas conforman otra de las partes fundamentales de la estrategia estival, aunque éstas no registran gran cantidad de afluencia hasta que el sol empieza a marcharse. "Sobre las ocho y media de la tarde la gente ya empieza a sentarse fuera, antes de esa hora, por muchas sombrillas que pongas en la terraza, el calor es insoportable", apunta Encinal, aunque en el caso de Ramón Caso, dueño del Requeté, no es hasta las diez de la noche cuando las personas comienzan a llenar el local. "La solución sería techar las terrazas para crear un microclima como tienen algunos negocios pero para eso hace falta dinero", añade Cordero.

También se ha recurrido a mejoras en el mobiliario, como es el caso del Catamarán, que cuenta ya con una televisión más "para los aficionados al fútbol", confiesa Esperanza Correyero, la encargada. Además, la tapería tiene en cuenta las posibles intolerancias de su clientela y disponen de una carta para celíacos, uno de sus principales atractivos, aparte de realizar comida especial para personas alérgicas a otros productos.