Hay monumentos que inexplicablemente han caído en el abandono pese a su valor. Es el caso del Convento de la Bien Parada, en Abadía, del siglo XVI y ampliado por los franciscanos en el siglo XVII con estilo barroco, que llegó a albergar una facultad de Teología y Música. Con la desamortización del siglo XIX se marcharon los frailes y los nuevos propietarios lo utilizaron como establo, un uso que se ha venido manteniendo. Pese a su estado de ruina, el claustro y la fachada revelan la importancia del edificio, declarado Bien de Interés Cultural en 2012. El Ayuntamiento de Abadía ha dado los primeros pasos para su puesta en valor tras iniciar las expropiaciones.