Según el estudio para la Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible, la crisis ha provocado en Cáceres "un estancamiento de la actividad económica, un desplome de la inversión empresarial y la caída progresiva del consumo", generando "la destrucción de empleo". Aunque el número de empresas ha crecido desde las 4.684 registradas en 2009 hasta las 5.414 de 2015, lo ha hecho a costa de la regulación de las actividades de limpieza y cuidados en los hogares, "cuya contribución al desarrollo económico de la ciudad es poco relevante", mientras que otros sectores tradicionalmente importantes por capacidad de generar actividad y empleo han perdido peso, como la construcción (-141%), la industria (-130%) o el transporte y almacenamiento (-116%). El paro se ceba en el sector servicio, que representa el 74% del desempleo, y afecta a todas las edades.

Con este panorama, el informe revela que la competitividad y el desarrollo están "amenazados" por otros factores añadidos: baja utilización de las nuevas tecnologías a nivel doméstico y empresarial; alto número de regulaciones y normativas en el sector del comercio, con un estilo de gestión antiguo en aspectos tales como la atención al cliente, política de devoluciones, medios de pago o el uso de recursos innovadores; estancia de los turistas solo un día o como máximo una noche; pérdida de empleo cualificado; alto nivel de paro y bajo poder adquisitivo; falta de creación de nuevos tipos de empleo más cualificados y competitivos; altas cuotas de trabajos con baja remuneración y/o cualificación; estancamiento en las inversiones; y desertización empresarial.