Solo buscaban los felpudos. Así, como suena. Y vaya sí se los llevaron. Comenzaron por el del hall de la entrada, el más grande de todos, y así hasta la última planta del número 2 de la calle Bellavista de Cáceres. Total: 19 felpudos. Los cacos entraron de madrugada y se sospecha que la mercancía robada se venderá al precio de 1 euro por pieza en los mercadillos o mercados de segunda mano.

«Es de chiste», decía ayer sin dar crédito a lo ocurrido el reconocido cocinero cacereño Juanma Zamorano (restaurante El 13 de San Antón), que reside en el bloque de esta calle que enlaza Reyes Huertas con el colegio Sagrado Corazón. «¿Pero quién va ir a cargando con ese muerto?», se pregunta Zamorano. «Encima el mío es viejo, no pone ‘Bienvenido a la República Independiente de mi casa’ ni nada de eso», explica el chef con su habitual sentido del humor.

«Ha debido ser gente de fuera, nadie del bloque. ¿Los estudiantes? ¡Ni pensarlo, si son monísimos!, mis niños no se van a ponerse con esas cosas, de vez en cuando organizan alguna fiesta, pero no molestan y son estupendos», recalca Juanma Zamorano.

Los vecinos no hablaban ayer de otra cosa. «Hay que tener cuidado con la puerta de entrada, la dejan abierta cada dos por tres. Hoy han sido los felpudos, pero mañana cualquiera sabe», asegura otra residente, también absorta por lo ocurrido.