«En ocasiones nos suceden cosas extraordinarias, increíbles, mágicas... Ayer fue una de ellas. Estando en un centro comercial, comprando algunas cosas, se me acercó un niño de unos 4 años corriendo y se me abrazó a una pierna, con una fuerza digna de mencionar. Yo al principio no entendía esa reacción, no comprendía qué hacía un niño abrazado a mi pierna como si fuera su única tabla de flotación en medio de una inundación, pero enseguida lo reconocí. Era un niño al que en mi trabajo habíamos atendido en reiteradas ocasiones por una enfermedad crónica. A los pocos segundos se acercó el padre corriendo y rápidamente intentó aclarar lo sucedido. Me dijo, en cuanto te ha visto ha salido corriendo, ha dicho: «papá el señor que me cura con sus amigos cuando estoy malito y el que siempre me hace magia y me saca cosas de las orejas». No cabía en mí, y eso que soy grandecito. Rápidamente lo cogí y los dos nos fundimos en un abrazo que a mí me hizo de nuevo sentir lo que es magia de verdad, de verdad amigos, fue pura Magia». Son las palabras de Óscar Pascual, el mago solidario de la Fundación Abracadabra Magos Solidarios, que acaba de firmar un contrato con el Servicio Extremeño de Salud (SES) para celebrar espectáculos infantiles y talleres de magia en los dos hospitales cacereños. El niño que se abalanzó sobre él era uno de los que había disfrutado, cuando estaba enfermo, de los trucos que realiza Óscar Pascual.

Estos espectáculos ya se hacían de manera esporádica en los centros hospitalarios, ya que la fundación lleva una década desarrollando esta actividad pero, gracias a este convenio, se van a realizar mensualmente. Normalmente consiste en una gala que se lleva a cabo en una sala del hospital pero si los niños, por prescripción médica, no pueden salir de sus habitaciones, el mago se acerca hasta ellos y les hace el espectáculo en el cuarto: «En lo único que creemos es en la ‘magiaterapia’. Hay padres que se acercan a nosotros ilusionados porque llevaban meses sin ver sonreír a sus hijos», dice Óscar. En su vida laboral está vinculado a la profesión sanitaria, ya que trabaja en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del 112. También es mago profesional, pero estos espectáculos los desarrolla como voluntario.

Aprendió a hacer magia con un amigo de su padre, que era mago en Galicia. Siempre le gustó este mundo y aprendió con sus recomendaciones. Después fue autodidacta y siguió formándose mientras leía y estudiaba los secretos de esta profesión. «Es una experiencia increíble porque los niños nos reciben con una ilusión tremenda», añade Óscar Pascual. La primera gala se llevó a cabo a finales de junio. Todavía habrá que esperar unos días para poder disfrutar de la próxima.