El proceso de despoblación de los núcleos rurales resulta evidente en la provincia cacereña. Aunque Extremadura no es la región más afectada por el ocaso de estas localidades, las cifras oficiales de población del Instituto Municipal de Estadística (INE) sí revelan la triste realidad de una lenta pero constante caída del censo que sacude a la mayoría de los municipios, especialmente en la geografía cacereña. Una comparativa realizada por este diario con los padrones de la última década (2006-2016) relativos a las 223 poblaciones de la provincia, constata que ocho de cada diez han perdido habitantes, y apenas dos de cada diez han conseguido ganar residentes.

No corren buenos tiempos. El divorcio de muchos lugareños con las actividades del campo, el fuerte imán que suponen las ciudades para los jóvenes y la profunda crisis que ha azotado a todos los sectores en los últimos años han hecho mella en el censo de los municipios. Un total de 178 poblaciones cacereñas han reducido su número de habitantes en la última década y solo 39 han logrado evolucionar positivamente. Curiosamente, Guijo de Santa Bárbara y Ruanes son las únicas que mantienen exactamente su padrón (416 la primera y 70 la segunda). Los municipios de nuevo cuño como Vegaviana o Alagón del Río aún carecen de referencias a diez años para establecer comparaciones.

POR DEBAJO DEL CENTENAR / Hace quince años, Cáceres no tenía ningún municipio por debajo del centenar de habitantes, y ahora ya suma seis: Robledillo de Gata (95), Benquerencia (79), Cachorrilla (90), Campillo de Deleitosa (51), Ruanes (70) y Garvín (91). El siguiente tramo que contempla el INE, entre 101 y 500 habitantes, es el que más poblaciones aglutina actualmente en la provincia, con un total de 89. De hecho, todas las localidades cacereñas se encuentran por debajo de los 20.000 vecinos a excepción de Cáceres (95.814) y Plasencia (40.663). Es más: el 70% de los núcleos ni siquiera llegan hoy día a los 1.000 habitantes. Con estas cifras, el global de la provincia no tiene por menos que resentirse, perdiendo 9.234 residentes desde 2006 (casi mil por año), hasta situarse en 403.665 habitantes.

El INE es el credo estadístico, refleja la realidad a pies juntillas, pero otros estudios ahondan en este preocupante descenso y además lo analizan. Según un informe de la Universitat Autónoma de Barcelona, dado a conocer recientemente, Extremadura tiene 48 municipios en riesgo de despoblación irreversible, y 43 de ellos están en Cáceres, como Santibáñez el Alto, Descargamaría, Villamiel o Gargantilla. Entre los factores de este inquietante proceso que puede llevar a la extinción demográfica están la elevada emigración femenina, la altitud (en las comarcas norcacereñas) o la baja densidad, que resulta especialmente importante en Cáceres, donde siete de cada diez pueblos registran menos de 1.000 habitantes. Por todo ello, el informe determina que uno de cada cinco municipios de la provincia podría sufrir problemas de supervivencia demográfica.

EJEMPLOS A SEGUIR / Castilla León, Castilla La Mancha, La Rioja o Aragón tienen provincias en situaciones aun más complicadas, pero no se trata de mirar hacia atrás, ni mucho menos, ya que los expertos instan a adoptar soluciones que reviertan la tendencia lo antes posible. Además, Cáceres cuenta con sus propios modelos de los que aprender: las 39 localidades que han aumentado su censo precisamente durante esta década de crisis, emigración y despoblamiento. Las que más han crecido en la última década son, según las cifras del INE comparadas por este diario, Romangordo (nada menos que un 48,5%, pasando de 173 a 257 habitantes), Almaraz (37%), El Gordo (23,5%), Huélaga (23,2%), Saucedilla (22%) y Abadía (22%). También han registrado aumentos por encima del 10% los municipios de Santa Marta de Magasca (19%), Oliva de Plasencia (16%), Carcaboso (15%), Sierra de Fuentes (12%) y Santa Cruz de la Sierra (10%).

El resto de los municipios con evolución positiva son Aceituna (1,4%), Aldehuela de Jerte (8,4%), Baños de Montemayor (6,9%), Berrocalejo (5,6%), Cabezuela del Valle (6,2%), Cabrero (0,8%), Cachorrilla (2%), Calzadilla (0,4%), Cañamero (6,7%), Casatejada (5,3%), Guijo de Galisteo (3%), Hervás (4,9%), Ibahernando (2,8%), Majadas (3,8%), Malpartida de Plasencia (6%), Monroy (0,2%), Montehermoso (2,6%), Navalvillar de Ibor (5,4%), Piedras Albas (9,5%), Pinofranqueado (9,8%), Piornal (1,5%), Riolobos (2,6%), Rosalejo (1,5%), Segura de Toro (3,2%), y Torrejón el Rubio (0,8%).

LOS MÁS POBLADOS / Los tres principales núcleos de la provincia también mejoran sus censos: la capital cacereña gana un 6,2% hasta alcanzar los 95.814 habitantes; Plasencia sube un 2,2% hasta los 40.663; y Navalmoral suma un 0,8% hasta los 17.247. En cambio, los tres siguientes se resienten: Coria cae un 0,1% (registra 12.886 habitantes), Miajadas baja de 10.106 a 9.879 vecinos (-2,2%), y Trujillo se queda en 9.436 residentes (-3,4%).