Cáceres recupera la sala Capitol. Uno de los espacios más representativos del imaginario cultural en la ciudad desempolva las butacas y salta a escena de nuevo. La sala que pertenece a EspañaDuero lleva sin actividad desde hace casi tres años debido al proceso de reestructuración de la entidad bancaria y ahora inicia una nueva etapa marcada por las artes escénicas. Precisamente será la escuela de teatro Maltravieso Border Scene la encargada de tomar el relevo en la gestión del centro cultural cacereño.

El dramaturgo Isidro Timón y la actriz Amelia David, propietarios del espacio escénico de la calle Parras, se embarcan en la nueva andadura de la emblemática sala con ganas y con «nervios». Ambos se encontraban ayer en el espacio supervisando ya los primeros detalles de la apertura. Y de forma literal porque hubo que romper la cerradura para entrar. La casualidad quiso que fueran los cerrajeros los primeros que pisaran la entrada tras un contratiempo que para bien de la sala esperan que no sea premonitorio. De momento, a nuevos tiempos, nueva puerta.

En los próximos días los operarios trabajarán en labores para acondicionar el espacio. En primer lugar, detalla Timón, ampliarán el escenario para adaptarlo a las necesidades escénicas. Eso supondrá que la sala pierda dos filas de butacas, pero aún así mantendrá un aforo para más de 400 personas. Las instalaciones se encuentran en «perfecta» conservación, destaca, por tanto los trabajos se prolongarán durante 15 o 20 días. La previsión es abrir al público a finales de diciembre. Si no es posible, la inauguración no se demorará más de mediados de enero del próximo año.

El proceso de negociación no ha sido inmediato. Timón reconoce que se ha prolongado durante cuatro años hasta el acuerdo. Sostiene que el primer contacto que mantuvieron con la entidad bancaria se remonta a 2013. Fue dos años después, en el inicio de la actividad de Maltravieso Border Scene, cuando el dramaturgo insistió en retomar las negociaciones para devolver la actividad a la sala. El acuerdo al que han llegado con la entidad es que la escuela alquilará el espacio y contará con la entidad bancaria como colaboradora.

PROPUESTA «CONTINUISTA» // La sala Capitol abrió el 7 de mayo de 1947 con ‘El cielo y tú’, de Bette Davis. Antonio Hernández, responsable del centro cultural de 1997 a 2015 recuerda cada fecha. El espacio fue diseñado por Luis Martínez Feduchi, el mismo arquitecto que trabajó el cine homónimo de la Gran Vía. En los cincuenta y sesenta, años en los que Cáceres vivió su época dorada del celuloide con hasta cinco salas abiertas, se convirtió en un punto de referencia para cinéfilos. Con el tiempo cambió su rumbo, se convirtió en espacio nocturno y en el 96 pasó a manos de EspañaDuero -entonces Caja Duero-. Hasta enero del 2015 ha acogido toda clase de eventos relacionados con el cine, exposiciones, teatro y música.

El propósito de Isidro y Amelia es mantener una propuesta «continuista» con la última etapa sin olvidar la seña de identidad de Maltravieso, la «cercanía» al espectador. Para ello, trasladarán la programación de la escuela al espacio, programarán piezas de otras compañías y dejan abierta opciones a cualquier iniciativa Por otro lado, para mantener la dinámica de Maltravieso proponen un espacio llamado ‘Las noches traviesas’, una suerte de representaciones de «proximidad» y a pequeña escala.

Para gestionar la sala incorporarán personal aparte del que ya forma de la plantilla de Maltravieso. De momento, ya han contratado a dos empleados relacionados con la gestión técnica de la sala y se encuentran en proceso de selección del resto de trabajadores -acomodadores, responsables de taquilla-. Timón reconoce que en cuanto han lanzado la noticia, las llamadas para ocupar los puestos se han acumulado.

También lo han hecho las llamadas de felicitación para los responsables de la escuela teatral. «La gente está contenta de que se recupere el espacio», apostillan. Las primeras reacciones muestran júbilo en el mundo del teatro y entre los vecinos de la ciudad. No obstante, Isidro y Amelia pisan «con cautela» para dar forma a la nueva vida de una sala que renace en el imaginario cultural de Cáceres.