Emilio Cabrero lleva 22 años vinculado a la hostelería en La Madrila como propietario de Ivanhoe 3.0 y Carpe Diem, en los que trabajan una veintena de empleados. Explica que «ha sido y sigue siendo» la principal zona de referencia del ocio en Cáceres, sobre todo a partir de la una de la madrugada. «Hay que encontrar un punto intermedio entre el ocio y el descanso», insiste. Por ello defiende la insonorización de todos los locales, una reforma que en su caso, junto al cumplimiento de los horarios, le ha permitido no recibir denuncias. También considera que debe evitarse la reapertura de los bares al amanecer. «Yo tengo dos niños y sé lo que es salir de casa por la mañana y ver ciertas cosas». Además, con los locales debidamente acondicionados, propone prolongar todo el año el horario de cierre de verano, «ya que Cáceres es ahora mismo la ciudad más restrictiva en horarios y medidas de insonorización».