En cuatro días, Álvaro Albiach (Llíria, Valencia, 1968) se subirá al podio en el Palacio de Congresos de Cáceres para liderar el concierto conmemorativo de la Orquesta de Extremadura (OEx) por el del 95 aniversario de EL PERIÓDICO EXTREMADURA (el viernes, 28 de septiembre, a las 20.30 horas, entrada libre hasta completar aforo). Con un repertorio de zarzuela, seleccionado expresamente para esta actuación y que incluye grandes clásicos del género, con piezas de La Revoltosa, El Barbero de Sevilla o La Verbena de La Paloma, el director artístico y titular de la formación invita a «escuchar a la orquesta de todos los extremeños y a disfrutar de un programa muy atractivo».

--El concierto conmemorativo del 95 aniversario de EL PERIÓDICO EXTREMADURA es la antesala al inicio de la temporada de la Orquesta de Extremadura ¿Qué propuesta se van a encontrar los aficionados en esa cita?

--Es un concierto que hemos querido hacer con un tinte marcadamente popular. Es un concierto de zarzuela porque es un género fácil de escuchar, que va a permitir a la gente disfrutar del concierto de una manera activa. Además, contamos con la colaboración de la soprano Vanessa Navarro y el barítono Valentín Petrovici, por lo que habrá piezas en las que escuchará solo a la orquesta y otras con las voces de los cantantes. Yo invito al público de Cáceres a que se acerque, a que acuda a escuchar a la orquesta que es la orquesta de los extremeños y disfruten del programa.

--Dice que este concierto es fácil de escuchar. ¿Nos sigue costando acercarnos a la música clásica?

--Es algo complicado de decir para mí, porque a mí no me resulta complicado. Pero a ver, no nos engañemos, por desgracia la música clásica la consume una parte muy pequeña de la sociedad, en España y en todos los países. La música clásica requiere estar concentrado en lo que se está escuchando y que la música vaya entrando por los poros. Y eso no es lo que hoy en día se lleva, en una sociedad de inmediatez. La música comercial, llamémoslo pop, rock o el género que sea, es una música muy inmediata y muy sencilla. Esto es más complicado y no es fácil acercarse.

--¿Qué papel desempeña la OEx en la formación y la conservación de la cantera de músicos?

--Es la mayor agrupación musical de la región para escuchar música en directo con una alta calidad. Estamos trabajando mucho con iniciativas como el proyecto ‘Afinando’, con una orquesta juvenil, otra infantil, una orquesta joven; con programas de acercamiento a la música desde muy pequeños, para que al menos se dé a los niños la oportunidad de probar y decidir.

<b>--La OEx cumple este año su mayoría de edad (se fundó en el año 2000) ¿Es un proyecto ya maduro?

</b>--Yo diría que sí. Creo que, dentro del panorama español, es una orquesta muy bien posicionada, con muy buen rendimiento artístico y con la esperanza de seguir creciendo.

--Llegó como director en el año 2012. ¿Qué fue lo que encontró?

--Las orquestas, por definición, no son agrupaciones fáciles de manejar porque en ellas convergen muchas personas, muchos egos y muchas formas distintas de entender el trabajo. Junto a eso, cuando yo llegué, la OEx acababa de vivir el peor momento de su historia porque había estado a punto de desaparecer. Con todo eso, me encontré una orquesta con muchas ganas de seguir dándole música a los extremeños, pero con un enorme miedo. No ha sido fácil. Los primeros años fueron muy complicados, con un presupuesto que si ahora es ajustado, entonces era ajustadísimo. Pero los componentes de la orquesta siempre han tenido la fuerza y la convicción de seguir adelante. Y en eso estamos.

--¿Cómo es la relación de los extremeños con la orquesta?

--Cada vez mejor, porque se está trabajando mucho en acercarla de verdad. Dese hace dos temporadas tenemos el hastag ‘#laorquestadetodos’ porque ese es realmente nuestro propósito, hacer sentir la orquesta más cercana a los extremeños. Y es cierto que, además, el extremeño siente un gran cariño hacia la orquesta, quizás más aún desde que se superó el problema que la llevaba a la desaparición.

--¿Es un privilegio disponer de una orquesta sinfónica pública?

--Yo creo que debería ser una obligación. En una sociedad en la que todos pagamos nuestros impuestos y tenemos que recibir unos servicios públicos, olvidamos que el espíritu también hay que cultivarlo. No solo lo cultiva la música, también el teatro, la danza, el arte… Pero tener una orquesta que ofrezca la posibilidad de escuchar música clásica en directo, de calidad y a unos precios asequibles, sí, es un privilegio y se debería aprovechar más.

--Se inició como director en la adolescencia ¿Qué le invitó a dar el paso de subirse al podio?

--Simplemente llega un momento en el que sientes un impulso, una necesidad, que te lleva a la dirección. Cuando eres pequeño te unes a la música a través de un instrumento o del canto, y entonces surge una chispa que te hace sentir la necesidad de moverte. Eso me sucedió a mí con 15 años y, por suerte, tuve mucho apoyo. Nunca he perdido esa necesidad de dirigir y de entender así el hecho musical. Se ha convertido en parte de mi personalidad.

<b>--¿Con qué tipo de piezas se siente más inspirado?</b>

--Puede parecer un tópico, pero lo cierto es que me siento cómodo con la música buena. No tengo una predilección especial, aunque es cierto que me siento muy, muy cómodo con la música de tradición centroeuropea, la cuna del clasicismo. Pero hay buena música por todos sitios, y también la hay mala.