Cáceres le debe la distinción de ciudad a la minería. El 8 de octubre del 1881 se inauguró en la capital cacereña la primera línea férrea que llegaba hasta Lisboa. Este hito lo consiguió Segismundo Moret, que en 1876 fundó la Sociedad General de Fosfatos de Cáceres (este mineral había sido descubierto en 1865 en El Calerizo). Moret quería agilizar la exportación de fosfatos y utilizó sus contactos para traer el tren a Cáceres. Lo inauguró Alfonso XII quien, ya por la noche en una cena de gala, tomó la palabra: «Brindo por la ciudad de Cáceres», dijo. Hasta entonces Cáceres era considerada villa pero, para no desdecir al rey el 9 de febrero de 1882 se dictó un real decreto que daba a Cáceres el título de ciudad.

Cáceres le debe su desarrollo a las minas y eso es lo que quiere reconocer la Asociación de Minas de Aldea Moret, que estos días festeja su semana cultural. Ayer unas 200 personas participaron en el homenaje al minero y durante el fin de semana han inaugurado cuatro exposiciones sobre la historia de Aldea Moret en el Embarcadero. El colectivo ha creado además una página web (‘Guiaventuras’) que permite realizar un tour virtual por las minas mientras enseña su historia. Su objetivo es abrir este pasaje al resto del mundo.