Los ciberdelincuentes aprovechan las facilidades que les dan los usuarios en la red para obtener datos y cometer sus delitos. Según recoge el Estudio sobre la Cibercriminalidad en España, la mitad de los usuarios (49,3%) tienen su información abierta a sus ‘amigos’ y los ‘amigos de sus amigos’, que es como tenerla expuesta prácticamente al universo. Solo un 5,5% la reduce a algunos contactos seleccionados. Además, en el Estudio sobre la Ciberseguridad y Confianza en los Hogares Españoles, el 61,7% de los ordenadores que se analizaron se encontraban infectados con malware (programas dirigidos a atacar ordenadores para causar daño u obtener beneficios ilícitos), aunque sus usuarios pensaban todo lo contrario.

Internet es por tanto un campo abonado para la cibercriminalidad, y España tiene más probabilidades porque está por encima de la media europea en el uso de las redes sociales y en la lectura de noticias en la red. Pero además, por regla general, los españoles creen que son menos propensos que los europeos a recibir mails fraudulentos y mensajes maliciosos, y ello pese a que se trata del quinto país de Europa en detección de malware y botnets (esclavizan al ordenador atacado y lo ponen al servicio del atacante).

Lo dicho, presa fácil para los delincuentes, sobre todo porque, según la Encuesta sobre Uso de Tecnologías de Información y Comunicación en los Hogares (año 2017), del INE, se aprecia que el porcentaje de viviendas que poseen ordenador sigue incrementándose año tras año, pasando del 62% en 2008 al 78% en 2017. Lo mismo ocurre con los hogares que tienen acceso a internet, que han subido del 50% al 83% en este mismo periodo (ver gráfico).

La encuesta del INE revela que todos los grupos de edad han aumentado el uso de las tecnologías, pero los jóvenes de entre 16 a 24 años son los que más las emplean: un 98% afirma haber accedido a la red en los últimos tres meses, porcentaje que se reduce a un 43,7% entre las personas de 65 a 74 años. Los géneros ya están casi igualados, ya que los hombres solo superan a las mujeres en la utilización de recursos tecnológicos en 1,8 puntos porcentuales.

Asimismo, resulta llamativo el porcentaje de los menores de edad (10 a 15 años) que han usado un ordenador (92%) y accedido a internet (95%) en los tres últimos meses. A esas edades se invierte la tónica general y son las niñas las que superan a los niños.

El comercio electrónico también dispara el acceso a las tecnologías... y los delitos. Durante la última década, las compras por internet se han triplicado ya que el 40% de las personas encuestadas en 2017 por el INE reconocen haberlas realizado (en 2008 solo era el 12%). Por sexos, los hombres aventajan a las mujeres en cifras porcentuales de comercio electrónico (42% frente al 38%). Por grupos o rangos de edad, son las personas de 25 a 34 años las que realizan más compras a través de estos dispositivos.

El acceso a internet resulta imparable. Aunque el número de viviendas conectadas a la red (83%) es aún menor que en Europa (87%), España forma parte del grupo de países que avanza a un ritmo más rápido que la media de la UE tanto en el uso de tecnologías digitales por parte de las empresas como en la prestación de servicios públicos. De hecho, ha pasado de ocupar el puesto 12º en 2017 al 10º en 2018. Por ejemplo, España supera en un punto la media europea de empresas que venden por internet, y en tres puntos la media de personas que utilizan servicios de administración electrónica.